La gran deuda a la Seguridad Social

Columnistas, Opinión

En Ecuador por ley le corresponde al Estado proveer de un sistema que garantice la seguridad social universal que de paso es irrenunciable, esto se plasma a través de tres instituciones proveedoras de este servicio o prestación. El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social IESS, El Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional ISSPOL y el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas ISSFA, a través de estas entidades se atiende las prestaciones a afiliados activos y jubilados sobre salud, pensión jubilar y financiamiento. En el caso especifico del IESS que es el seguro social con fondos mas altos en Ecuador, al momento son 3’255.700 afiliados activos, es decir aportantes laboralmente hablando, de los cuales 2’200.000 millones provienen del sector privado, 600.000 del sector público, 400.000 personas del seguro social campesino y 100.000 por servicio doméstico en números redondos.

Al momento somos 3’300.000 afiliados activos, de ellos 562.433 son servidores públicos, además de los 600.000 jubilados, cabe indicar que la regla financiera indica que, por cada jubilado, debe haber 6,03 aportantes activos (tasa de sostenimiento, según Actuaria 2017) para cubrir las pensiones jubilares y otras prestaciones de los pasivos (jubilados), por lo que, con el número de jubilados, faltaría al menos unos 300.000 asegurados al IESS activos, para garantizar la sostenibilidad del pago de pensiones jubilares. Como no se cumple esta regla, existen momentos en donde se toma parte del dinero del fondo de salud, para cubrir el déficit del fondo de pensiones y viceversa, comenzando una descapitalización muy preocupante en los 2 fondos. Esta situación se agudizo desde abril 2015 cuando los “expertos en seguridad social” decidieron eliminar el aporte del 40% estatal aduciendo que el IESS tenía suficiente dinero y no era necesario seguir aportando, dando un golpe muy fuerte a la capitalización que garantice futuros pagos de pensiones, por supuesto desconocían que la seguridad social se sostiene con aportes actuales de afiliados, aportes del Estado e inversiones financieras, que junto con los cálculos actuariales garantizan liquidez y sostenibilidad.

La corrupción encontrada en compras y contratación pública para la compra de medicamentos, reactivos, equipos e infraestructura, más los cambios demográficos de jubilados en esperanza de vida y la atención y prestaciones a no aportantes, han llevado a esta crisis en el IESS que de no hacer cambios sustanciales en la ley y el los modelos de gestión, ponen en alto riesgo de descapitalización en el mediano plazo a una institución que pertenece a afiliados y jubilados y no a los gobernante de turno. El Estado le adeuda más de 9.000 millones al IESS, pero están más preocupados en castigar al afiliado voluntario o al patrono que se atrasó un día en el pago. IESS S.O.S. (O)

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