La inseguridad en los juegos de alto riesgo
A la mayoría de ambateños, nos gusta elevar la adrenalina y nuestras emociones, elementos que podemos encontrar, concurriendo a juegos de alto riesgo, pero jamás por nuestras mentes, se nos cruza la idea, que pudiera suceder un percance, porque estamos convencidos de que los juegos cuentan con todas las “seguridades del caso”, pero en nuestro país, por el ansia del dinero y por la llamada «viveza criolla», vemos como muchos emprendedores instalan en nuestra ciudad, locales de diversión de alto riesgo, sin los debidos permisos, sin un plan de emergencia que, entre otras cosas, debe contar con un sistema de alerta para que los operadores ofrezcan atención inmediata en casos de eventos adversos, sin tener brigadas de evacuación, señalética y puntos de encuentro, sin contar con un plan de contingencia frente a emergencias, no se brinda capacitaciones al personal, este protocolo forma parte de los estándares que fija la Asociación Internacional de Parques y Atracciones.
Es preciso topar este tema por tres eventos, sucedidos en el Ecuador, como en el Quinche, en el cantón Cevallos y un hecho muy cercano, el ocurrido, en un parque de diversiones, al norte de la ciudad de Ambato, en donde se produjo el fallecimiento de un joven ambateño.
Los referidos hechos, me llevan a presumir que estos juegos mecánicos en nuestro país, se los realiza sin contar con las más mínimas seguridades, lo que en campo legal esta negligencia, acarrearía a un posible homicidio culposo.
Pero lo lamentable de esto, es que las Autoridades, no la tienen claro, ni la normativa que permitan mitigar el riesgo o disminuirlo, cada quien se tira la pelotita, mientras tanto los ambateños seguiremos arriesgando nuestra integridad física y nuestras vidas, al subirnos a un juego de alto riesgo, por mi parte y mi familia no lo haremos, hasta cuando la gente (emprendedor), actúe con conciencia y responsabilidad y las Autoridades locales entiendan que se debe controlar y no permitir que estos parques clandestinos inicien sus actividades, sin los permisos y seguridades correspondientes. NI UNA VÍCTIMA MÁS. (O)