¿Y la institucionalidad? / Editorial
La reciente pelea pública entre el Presidente de la Asamblea Nacional y el Fiscal General de la Nación golpea gravemente la institucionalidad del Ecuador. No habla bien de nuestro país que dos de las máximas autoridades del Estado se enfrenten con diatribas judiciales, audios caseros y epítetos innecesarios. Y parecería que no se trata de una disputa con posibilidades de arreglo sino que esperará a que uno de los dos involucrados caiga y saboree el polvo.
Cuenta, además, con un tercer integrante incómodo desde los Estados Unidos, el excontralor Carlos Pólit. Sus intervenciones mediáticas han sido verdadera leña para todo el fuego creado.
Todos pensamos que luego del cierre del capítulo del exvicepresidente Glas, el camino que tomaría el País sería el de la sanación económica e institucional. Que florecería la política encaminada a la gestión del maltrecho Estado y que las rencillas quedarían de atrás. Pero aparentemente tenemos show para rato. Ojalá el Ecuador pueda lo antes posible concentrar todas sus energías en abrirse al mundo como una economía atractiva y en un aliado estratégico para nuestros mayores mercados. (O)