La necesidad de financiamiento / John Tello Jara

Somos un país rico, la producción de cacao en su debido momento, así como el café, banano, flores, camarón, atún y no se diga el petróleo han servido para satisfacer nuestros ingresos, fruto de sus exportaciones; la región sierra se ha encargado a su vez de llevar a la mesa productos cuyo consumo se canaliza básicamente al interior del país.

Para manejar correctamente al Ecuador, necesitamos la presencia de poderes como el ejecutivo, legislativo, judicial, participación ciudadana y por supuesto de un presupuesto que establezca toda clase de tributos e impuestos para canalizar los ingresos a obras y al pago de trabajadores del estado.

Sin embargo, porqué razón una “ecuación aparentemente simple” ingresos igual a egresos, se vuelve “calamitosa” por decir lo mínimo al momento de ejecutarlo. El control de nuestros recursos, debe guardar proporcionalidad a la necesidad de endeudamiento externo e inicio de varias obras para encarrilarnos en la senda del desarrollo

Pero debemos ser cautos con los vaivenes de precios en mercados internacionales y, me refiero específicamente al petróleo, producto del cual dependemos en alto porcentaje para el PGE.

Al contar con bajos recursos en determinados momentos y al haber contraído compromisos elevados para gastos corrientes, de capital e incluso bonos o subsidios, los gobiernos de turno no tienen otra alternativa que solicitar créditos tanto a organismos nacionales (IESS, Banco Central) como internacionales (BM, FMI, CAF, FLAR) y estos naturalmente requieren algún tipo de garantía para entregarlos.

Algo así como cuando usted acude a una institución financiera y solicita un crédito, le piden una garantía, que puede ser una casa, un terreno, departamento e incluso que lleve el rol de pagos; lo mismo sucede con organismos internacionales, la garantía se ve respaldada, con los ingresos del estado vía reducción de bonos y subsidios, disminución de gasto corriente o personal que trabaja en el estado, y por supuesto aumento de impuestos o sinceramiento de productos que entrega el estado.

Los ciudadanos analizamos y comentamos; en vez de sincerar precios, aumentar impuestos o eliminar subsidios, no será mejor recuperar el dinero mal habido de administraciones pasadas.