La nutrición clínica

Columnistas

La nutrición clínica es el estudio de cómo los alimentos actúan y cómo utilizarlos para
prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades. Es una subdisciplina de la ciencia de la
nutrición humana que implica una evaluación del estado nutricional, identificación de
déficit o exceso y el desarrollo de planes nutricionales personalizados. Es una ciencia
que en la actualidad ocasiona mucha controversia entre personas que han tenido
resultados para sí mismas o tras una corta trayectoria en redes sociales, sin la intención
de menoscabar a ningún Coach o Influencer. El médico encuentra un equilibrio entre su
moralidad y su sentido de responsabilidad al fundamentar la educación del paciente con
la medicina basada en evidencia. De modo que, si bien los efectos de la alimentación
son favorables, ha sido muy rutinario en nuestro medio encontrarse con un
“Melquíades” o “un profesor en empirismo” haciendo alusión a la obra “Cien Años de
Soledad” de García Márquez. El pensamiento común se contempla en algunas
locuciones verbales: “Le hizo bien”, “Le resultó”, en fin, tenemos tantas expresiones
verbales y no verbales que transmiten aceptación o rechazo por contagio o nos
convertimos en nuestro propio científico fuera de la razón y la ciencia para probar si
algo funciona, de modo que este comportamiento dice mucho de quienes somos como
sociedad, del nivel de desarrollo de nuestra gente. Nuestras costumbres no son el
buscar en guías científicas información integral de una enfermedad, muy por el
contrario, mientras más fácil de comprender o más corto el tiempo que invierto mejor,
¿cierto? ¿O no disfruto más de ver mi teléfono que de un libro o una guía científica
oficial?
Actualmente hay médicos, y otros que no lo son por todas partes en redes sociales que a
pesar de que las condiciones de baja calidad de la información son bien conocidas, la
gente se “informa” allí. La nutrición clínica no es la excepción, muchos ofrecen bebidas
milagrosas, pastillas que resuelven, pero lejos de brindarle un mal sabor de boca,
ocupan el lugar de alimentos realmente nutritivos, orgánicos y palatables. Creo que el
requisito es utilizar un mandil y la proliferación de un hábil discurso que puede ser real
o no.
En otro orden de ideas la nutrición clínica tiene una función más noble que la leptina y
ghrelina como hormonas de la saciedad y regulación del hambre, el mantener constante
el aporte de energía y nutrimentos para su biodisponibilidad. Imaginémonos una
máquina que no enciende por falta de combustible como en el caso de los generadores
eléctricos, desde la primera vez no se pondrá en marcha, en nuestro organismo sucede
algo diferente, funcionamos gracias a las reservas energéticas que tenemos en el hígado,
luego utilizamos las del tejido adiposo o graso, hasta que finalmente encontramos
enfermedades carenciales como la primera bandera roja, desnutrición y finalmente
emaciación un tipo de desnutrición letal. En contraposición está la malnutrición por
exceso es la obesidad que se proyecta cada vez más hacia la “globesidad”.

Deja una respuesta