La obstrucción nasal
La obstrucción nasal es muy prevalente entre la población. Las causas son múltiples y diversas y la fisiología o función respiratoria nasal, muy compleja; de manera que entender por qué respiramos mal por la nariz no se puede explicar en dos palabras.
Causas
El experto clasifica las razones que dificultan la respiración en dos puntos:
- La obstrucción nasal es unilateral o bilateral. La obstrucción unilateral obedece a causas orgánicas, puede ser una desviación del tabique, una deformidad de la nariz o un tumor que crece dentro de la nariz, benigno o maligno. Si es una obstrucción unilateral y evolutiva, es decir, ha aparecido en un determinado momento y ha ido incrementándose, siempre es necesaria la visita a un especialista otorrinolaringólogo, ya que probablemente es un tumor.
La obstrucción bilateral, sin embargo, obedece por lo
general a causas inflamatorias (rinitis y rinosinusitis), medicamentosas (hay muchos fármacos que
producen obstrucción nasal), hormonales
(por ejemplo, embarazo e hipotiroidismo) o idiopáticas (la causa no se conoce).
- Obstrucción permanente o fluctuante. La permanente es estructural, orgánica: hay algo que tapa la respiración y no cambia. La que fluctúa es de origen inflamatorio, medicamentoso u hormonal. Normalmente, empeora en posición de decúbito (al acostarse).
Posibles complicaciones
La respiración nasal permite el acondicionamiento del aire inspirado: adecúa la temperatura, lo humedece y filtra para que llegue a los pulmones en perfectas condiciones. Además, favorece la apertura de todos los campos pulmonares, de manera que contribuye a alcanzar unos niveles óptimos de oxígeno en sangre.
“No respirar bien por la nariz favorece las infecciones de la vía aérea inferior (bronquios y pulmones) y dificulta la oxigenación sanguínea. Asimismo, la obstrucción nasal predispone al ronquido y a las apneas durante el sueño”, afirma Armengot.
Tratamiento
El tratamiento irá dirigido a la causa, explica el otorrinolaringólogo. “Será mediante cirugía en los casos de obstrucciones estructurales, como desviaciones de tabique, deformidades de la pirámide nasal y tumores. En las inflamaciones, como la rinitis y la rinosinusitis, el tratamiento será mediante fármacos, que pueden ser por vía oral y/o mediante esprays nasales de corticoides y antihistamínicos. Cuando la obstrucción es de causa hormonal, medicamentosa o idiopática son también adecuados estos mismos fármacos. Si no es suficiente con ellos, se realizará un tratamiento quirúrgico sobre los cornetes (unas estructuras endonasales que regulan el paso del aire) mediante radiofrecuencia”.(I)