La paradoja de los que se van y se quedan 

Columnistas, Opinión

Lo que ha protagonizado el presidente del gobierno español constituye la paradoja más audaz para no irse del poder después de anunciar que lo haría por el escándalo en el que está envuelta su cónyuge. Con la cara triste dijo Pedro Sánchez que, por amor a su amada, hacía un paréntesis de cinco días para meditar su retiro, a fin de evitarle más molestias a su querida Begoña, denunciada por tráfico de influencias.  A los ingenuos que festejaban el cambio de presidente, les lanzó un balde de agua helada cuando les dijo que había decidido continuar, después del retiro al que se sometió por voluntad propia. Les engañó a todos, incluidos sus partidarios. Lo hizo, simplemente, para fortalecerse.

Los dirigentes políticos indispensables para la subsistencia de un partido, un gobierno, suelen proceder de un modo parecido. Felipe González lo hizo cuando estaba depurando al socialismo, antes de ganar las elecciones por primera vez. Churchill, con su estilo, también amenazó con irse en las más dificiles condiciones para su partido e Inglaterra, cuando nadie quiere quedarse sin el capitán del barco. En los tiempos de euforia y poder, el exPresidente Correa realizó algunos amagos de que podía renunciar si no se alineaban algunos díscolos. 

Pocos, muy pocos, son los que han dicho que se van del poder y, en efecto, se han alejado de él. 

En el ámbito de las letras y el pensamiento, han existido mentes privilegiadas que se han ido corporalmente pero que continúan en el lugar de siempre. Es el caso del gran novelista Paul Auster, fallecido hace unos días. Dejó este mundo por un cáncer, pero sigue  vivo con su obra, elogiada en el mundo.

En Ambato existe el caso único de su mejor alcalde que, en 1974, pudiendo permanecer en el cargo por otros cuatro años, después de una transformación urbana sin precedentes, renunció a su función, para no volver jamás a cargos electivos, por considerar, con la integridad y templanza que le caracterizaban, que había cumplido el período para el que fue elegido en 1970.  (O)

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