La política exterior con EEUU
Con la elección presidencial en Estados Unidos y el cambio de timón de la Casa Blanca en la economía más grande del mundo, los ecuatorianos nos preguntamos en que puede cambiar las relaciones diplomática, económica, política, comercial o migratoria con el país del Tío Sam. En verdad casi nada. Un gobierno norteamericano conservador o republicano va a seguir manteniendo relaciones diplomáticas muy cercanas con el actual gobierno de derecha de Ecuador lo que conlleva a seguir recibiendo apoyo económico directo del gobierno de Norte América, como de sus agencias estatales de desarrollo o, a través de la cooperación internacional en muchos ámbitos. En el tema comercial al ser netamente privado, nuestros exportadores, importadores e inversionistas extranjeros seguirán con sus negocios de compraventa e inversión de ida y vuelta sin ninguna traba, de hecho, el acuerdo comercial con los EE. UU. está casi listo en beneficio para Ecuador.
En resumen, en temas diplomáticos, comerciales y hasta políticos por lo pronto no se avizora cambios drásticos peor negativos. En lo que sí podría tener alguna repercusión es en el tema migratorio una vez se proclamen los resultados definitivos del próximo inquilino de la Casa Blanca, hasta el miércoles 6 de noviembre extraoficialmente se conocía que Donald Trump, candidato republicano, ex presidente de los Estados Unidos y ultra defensor del nacionalismo seria en próximo presidente de la Unión Americana con 277 votos de los colegios electorales, frente a los 224 de Kamala Harris (conservadora). En este escenario los migrantes de manera especial aquellos que no tiene sus papeles en regla para la permanencia en Estados Unidos, es decir tienen el estatus migratorio de indocumentados, tendrían mayores restricciones para conseguir empleo, estudios, atención médica, seguridad social y hasta permanencia allá.El efecto directo podría darse en las familias de migrantes indocumentados por los peligros de ser deportados o despedidos de sus empleos para evitar problemas de sus patronos con el Estado, así habría separación familiar, retorno al país en muchos casos, o en otros, disminución de envío de remesas a los familiares en Ecuador, por tanto, caída del consumo de los hogares aquí y posible cierre o reducción de emprendimientos que se fondeaban con las remesas recibidas. Por lo pronto habrá que esperar la posesión del presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 2025 en el Capitolio, luego de que el Congreso Nacional avale los, votos y proclame los resultados oficiales y definitivos.