La red bioeléctrica

Columnistas, Opinión

Desde el comienzo de mi profesión practico la Medicina Tradicional China (MTC) y en particular la Acupuntura y la Moxibustión (que todavía me asombran), aunque con el tiempo he ido agregando otras miradas con la intención de integrarlas en algo que mereciera llamarse medicina energética. Mi esfuerzo principal consiste en unir la venerable riqueza de la MTC con los revolucionarios hallazgos de la Orgonomía, el «electroma», la red bioeléctrica del cuerpo humano que los científicos apenas comienzan a investigar y las bondades de nuestra medicina convencional. 

El nombre más cercano a la realidad es el de Medicina de la Energía. Existen variadas energías, pero aquí se está hablando de la energía vital o bio-energía, como se prefiera denominarla. Es la mismísima energía característica de los seres vivos (todos) y está muy lejos de ser sólo una hipótesis atractiva: es una fuerza física que puede estudiarse, concentrarse y utilizarse terapéuticamente, ya que no sólo se la encuentra en los seres vivos sino también en el medio ambiente donde transcurre nuestra existencia. En la profundidad y en la superficie del organismo esta energía tiene trayectos específicos que una gran tradición médica ha estudiado con pericia y minuciosa observación: la medicina tradicional china, de la cual la acupuntura es el fruto más brillante y conocido. 

Pues bien, para comenzar a acceder a este pequeño microcosmos, se ha investigado algo así como la traducción eléctrica de la energía en algunos puntos importantes del sistema utilizando un tester diseñado por Ryodoraku, la escuela de Electroacupuntura japonesa.

Esto permite saber cuánta es la energía de cada punto explorado, un dato que antes no se conocía con exactitud. Tanto en Oriente como en Occidente, se ha demostrado que tanto los puntos como los meridianos tienen propiedades eléctricas diferentes al resto de la piel: a su nivel la resistencia eléctrica disminuye sensiblemente. La resistencia eléctrica de la piel tiene un valor promedio de 1.000.000 de ohmios, pero a nivel de los puntos de acupuntura ese valor desciende a 50.000-100.000 ohmios, siendo un poco más elevado en el trayecto virtual de los meridianos. Es claro, entonces, que la información obtenida puede utilizarse tanto para el diagnóstico como para evaluar los resultados de un tratamiento.

Energía significa fuerza en acción. Y si se habla de la energía biológica, ésta es la «fuerza en acción» capaz de producir emociones como la ira o la tristeza y eventos fisiológicos como el movimiento muscular o la secreción glandular. Los organismos vivos están sólidamente integrados: no hay un reino de los fenómenos biológicos y otro de los fenómenos psíquicos, no hay una «terraza mental» y una «cloaca digestiva». Lo que ocurra con las emociones también acontecerá en el intestino, los bronquios o los músculos, y viceversa. El vínculo intestino grueso-pulmón que ahora está en auge se conocía hace miles de años. El estudio de «las partes» (órganos) importa en función del conjunto (sistema).  (O)

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