La sombra de la violencia intrafamiliar
En el caserío El Galpón-Quisapincha, la rutina cotidiana se transformó en violencia. Lo que debía ser un día más en la vida para una joven de 31 años que se encontraba trabajando en su hogar asando cuyes, se transformó en una escena de dolor y desesperación.
Eran las 16:00 horas cuando su padre llegó a domicilio en aparente estado de embriaguez. La tensión, que ya había dejado huellas en el pasado, volvió a estallar. Según contó la mujer a las autoridades, su padre comenzó a insultarla sin motivo aparente.
Pero lo que vino después fue más que palabras. Con un gesto rápido y violento, sacó una varilla metálica de la manga de su chompa y, sin piedad, le asestó un golpe en la cabeza, dejando una herida abierta que, además del dolor físico, profundizó una herida emocional ya existente.
La mujer, aún conmocionada, presentó ante los agentes de la Unidad Móvil de Quisapincha una boleta de auxilio. La policía detuvo al presunto agresor, quien fue trasladado a la Unidad de Aseguramiento Transitorio. (I)