La tabla de salvación / Esteban Torres Cobo
La mejor decisión de las últimas décadas en el Ecuador tiene nombre: dolarización. La mejor medida en lo económico ya que quitó a los políticos el control sobre la moneda. Vale decir que no fue una opción acordada o meditada en tranquilidad sino una necesidad y una realidad que no se podía obviar. El Ecuador ya estaba dolarizado antes de que presidencialmente se ordene la medida.
La historia de los Bancos Centrales en el manejo de la moneda de países en vías de desarrollo ha sido desastrosa sin excepción. Especialmente en nuestra región donde el populismo, el cortoplacismo y la irresponsabilidad campeaban en la impresión de billetes.
Los economistas de izquierda y los falsos nacionalistas siempre sostendrán que la moneda nacional es una herramienta necesaria para un país. Su nostalgia, que mucho nos tocó escuchar en el gobierno del expresidente Correa, por ejemplo, no cesará. Siempre será mala la dolarización. Peor si prevalece la creencia keynesiana de que es bueno inundar de dinero el mercado para subir la capacidad adquisitiva.
Sin embargo, la experiencia nos ha dado otros hechos. Desde la vigencia de la economía dolarizada se redujo la pobreza, la inflación y una serie de problemas que sufrimos por años. Tenemos mayor capacidad adquisitiva y sabemos que lo que tenemos en el bolsillo vale afuera de nuestras fronteras. La dolarización nos salvó del abismo. (O)