La tecnología de la sociedad / John Tello Jara
La tecnología avanza a pasos agigantados, la muestra de “productos robóticos” es señal de investigación y del trabajo en equipo que llevan adelante las corporaciones en búsqueda del bienestar de la colectividad, pero esta ciencia implica necesariamente un mejor ritmo de vida?
Situémonos en la década de los 70, los esparcimientos en la calle que teníamos la juventud, jugábamos a las escondidas, cincuenta al palo, las bolas, los trompos, ubicábamos dos suéteres (de los que llevábamos puestos) en el césped o cemento y a tocar la pelota con amigos del barrio se ha dicho. No había celulares, pero éramos felices, los profes de aquel entonces nos enseñaban las operaciones básicas en el cuaderno, con esfero o lápiz y borrador, no existía la magia de la calculadora, eran otros tiempos.
En la universidad nos enviaban a consultar los deberes, para lo cual necesitábamos leer la prensa escrita, cotización del dólar a la compra, a la venta, precio del petróleo, hubiese sido fácil la lectura y comprensión, pero dos periódicos no podían satisfacer la demanda de 1.200 estudiantes de los primeros semestres.
Hoy en día existe la magia de los celulares llamados “inteligentes”, aquellos que conectados a esa poderosa arma llamada “internet” permite obtener toda clase de información a tiempos record, mi madre que llega a los 88 años, se sorprendía al ver cómo se puede cargar las novelas que ella veía años atrás en una pantalla tan chica o leer las noticias de diferentes matutinos sin tener que salir a la calle a adquirirlos físicamente.
Tenemos ciencia, es verdad, tenemos tecnología, es cierto, se reducen costos… pero que nos dicen de la parte social, aquella que nos obligaba a la discusión, a verificar puntos de vista de una realidad, sentados en el parque o escribiendo nuestras hipótesis en un pizarrón de madera con tiza de yeso?.
Han cambiado muchas cosas y otras lo harán de manera paulatina, bien por el ser humano; pero que podemos decir de la socialización de la niñez, de la felicidad que teníamos al encontrarnos en el parque con nuestros amigos y solamente ser felices, tenemos más ciencia pero nos falta más dialogo social. (O)