La vaca loca, tradición ancestral festiva

Interculturalidad

En Martínez se mantiene la tradición de conservar la presencia de la tradicional ‘vaca loca’, que en tiempos del Corpus Christi llena de alegría a los asistentes.

La ‘vaca loca’ no puede faltar en las fiestas populares donde se combina la diversión con el miedo. Aunque no se conoce con certeza el origen de este festejo, se cree que podría ser la aportación que proviene de la época de la conquista española, sin embargo, se ha quedado tan arraigada en el país por ser tan popular en toda tradición festiva.

Esta figura consiste en una vaca que está colocada en una estructura de fierro hermosamente decorada y a los extremos de dicha estructura se colocan los juegos pirotécnicos.

En su interior está la persona que moviliza a la ‘vaca loca’ y que baila al son de las melodías alegres de banda de pueblo que se toca para que los asistentes bailen y se diviertan y al mismo tiempo, dominen el temor de ser alcanzados con las chispas que salen del personaje de la ‘vaca loca’.

La ‘vaca loca’ recorre todo el espacio donde están las personas que asisten a la fiesta popular, y mientras lo hace, no deja se sonar la música de banda cuyos ritmos contagiantes hacen imposible que los asistentes se queden sentados o sin moverse, ya que el ambiente se pone tan alegre que aunque los ruidos generados por los juegos pirotécnicos son ensordecedores, eso no limita correr el riesgo de bailar junto al personaje.

En Martínez, luego de finalizar el recorrido de la ‘vaca loca’ se reparte por parte de los priostes el infaltable ‘champús’ a todos los asistentes, que consiste en una colada de dulce con harina de maíz y mote. (I)

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