La vida es un instante, vívela / Juan Diego Valdivieso Rowland
Con la pandemia he aprendido que la vida es un instante. Si antes las cosas sucedían con gran rapidez, pues hoy es el doble. Nunca el presente había cobrado tanta importancia como en la actualidad. La vida es el aquí y el ahora. No el ayer, ni el mañana. Es hoy.
El ayer representa depresión y nostalgia. El mañana involucra ansiedad, ese término que ha vuelto con fuerza a la vida de muchos y de la cual tratamos de despojarnos y respirar profundo cada vez que vuelve con una potencia insospechada. Es por eso que firmé un compromiso mental: vivir el presente como si fuera lo único que tengo. Finalmente, eso es lo que tenemos: el presente.
Hoy estamos vivos; podemos abrazar a nuestros seres queridos; tenemos el bien más preciado que es la salud; los alimentos; agua limpia; un baño limpio; un techo bajo el cual vivir; parques y bosques en donde podemos caminar, leer un libro y sacarnos los zapatos para sentir la Tierra y tantas cosas que las damos por sentadas.
El mero hecho de estar en confinamiento durante los fines de semana, dejando de lado el juicio de valor sobre si esta medida es efectiva o no, y poder salir a un bosque y respirar bien y oler los eucaliptos ya es suficiente. ¿Para qué pedir más? Es ese momento presente al cual invito a usted apreciado lector a atesorar como lo único que tiene. Sí, lo único, porque ayer ya pasó y mañana no sabemos cómo será.
Mañana podríamos recibir una noticia trágica o quizá una buena nueva que nos traiga dicha. Pero eso dejémoslo a Dios, al Universo o al destino, dependiendo en lo que usted crea. Para eso, vivamos el presente con intensidad y abracemos a quienes nos rodean; demostremos afecto a quienes queremos y enviemos las vibraciones más altas a quienes nos acompañan en nuestra vida, así estén lejos.
Tenemos miedo e incertidumbre del futuro, pero no dejemos que eso invada nuestra vida ni que nos arrebate nuestro mayor tesoro: el presente y todo lo que ello involucra. No permitamos que la plandemia, sí con l, nos arrebate lo que nos hace humanos: los aspectos espirituales, sociales, la paz, la salud física y mental, la conexión con el planeta Tierra, los sentidos, las emociones, los viajes introspectivos y también los viajes para conocer nuevas latitudes, entre otros aspectos.
La vida es un instante, vívela. (O)