Las quebradas: ni botaderos ni rellenos / Juan Diego Valdivieso
Es lamentable observar el estado de muchas quebradas naturales en Ecuador. Están cubiertas de escombros, diversos residuos sólidos y algunas también están rellenadas. Este fenómeno sucede en zonas urbanas y rurales, convirtiéndose así en un problema ambiental mayor, que para su solución requiere de la actuación de la Autoridad Ambiental Nacional -Ministerio del Ambiente-; de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD); de los pobladores y propietarios de zonas cercanas a quebradas, así como de las empresas que utilizan a las quebradas como escombreras o botaderos de basura.
No, las quebradas no son un botadero ya que proveen varios servicios ecosistémicos tales como provisión de hábitats para la biodiversidad -fauna y flora que incluye árboles frutales y medicinales; disminución del riesgo de deslizamientos de tierra hacia zonas bajas, ya que gracias a la vegetación se evita la erosión; también son espacios de esparcimiento y recreación. Asimismo, las quebradas son esenciales respecto a los sistemas hídricos y ecológicos relacionados a la conservación de las cuencas hidrográficas. Estas cumplen un rol importante al regular la energía de los flujos de agua -son desfogues naturales- cuando hay lluvias en las partes altas. De su buena conservación depende la estabilidad de taludes y construcciones adyacentes (casas, edificios y vías).
En el caso del cantón Ambato, existen 160 quebradas naturales. Es fundamental tomar conciencia y evitar rellenar las quebradas para “ganar terreno” o contaminarlas con escombros. Si sucede esto, todas las funciones ecosistémicas antes descritas se ven alteradas, ocasionando graves perjuicios a la flora, fauna, asentamientos humanos e infraestructura. Las quebradas son parte de sistemas complejos y por eso están donde deben estar. El trabajo es arduo ya que no solo se debe conservar las que están bien, sino también recuperar las que están afectadas -que son pasivos ambientales-. ¡A proteger y recuperar las quebradas en Ecuador! (O)