Las rendiciones de cuentas

Columnistas, Opinión

Según la Ley Orgánica Electoral, Código de la Democracia, artículo 2, numeral 8, manifiesta que es deber de todo ciudadano del país “exigir la rendición de cuentas y la transparencia de la información de los sujetos políticos” así como a varios articulados del Código Orgánico de Organización Territorial Autonomía y Descentralización COOTAD, en donde describe que la rendición de cuentas es un proceso de participación en el que, se pone a orden de los ciudadanos las labores realizadas y propuestas cumplidas en virtud del plan de trabajo presentado para su candidatura y por lo tanto cada año debe presentar ante sus mandantes el informe de actividades realizadas.

Esta semana culminan las rendiciones de cuentas del periodo 2023 (14 de mayo – 31 de diciembre), de las autoridades de elección popular que deben ser presentadas ante los mandantes además al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. En los actos públicos se han visto de todo, desde las elementales y económicas, pasando por las discursivas políticas, hasta las exuberantes y con derroche de fondos públicos y participación de muchos servidores públicos. La rendición de cuentas debe ser concebida como un ejercicio de participación ciudadana en donde el mandatario de elección popular presente un resumen de sus actividades cumplidas en base a su plan de trabajo que reposa en el CNE y demostrar el cumplimiento de su plan.

Como es una obligación de la autoridad rendir cuentas, debe cubrir todos los gastos que eso signifique con sus propios recursos, no con fondos públicos, tampoco exigir a sus empleados la asistencia obligatoria porque al dejar de laborar en sus horas de trabajo para ir a esos eventos (a menos que el servidor solicite oficialmente con cargo a vacaciones), están ganando un sueldo que proviene de fondos públicos, presupuesto estatal y perjudicando a la institución pública que suspende la atención y procesos por asistir obligado a estas rendiciones y sobre todo pierde el ciudadano que debe seguir esperando que sus trámites sean atendidos hasta que los servidores públicos retomen sus actividades habituales. Contraloría General del Estado, Consejo Nacional Electoral, Consejo de Participación Ciudadana y otras entidades competentes controlen estas situaciones de uso de recursos públicos que administra una autoridad que se están utilizando en estos eventos y además controlen si realmente el mandatario está o no cumpliendo las propuestas de su plan de trabajo. Las rendiciones de cuentas no pueden ser espejismos para engañar que todo está bien o culpar a las autoridades anteriores, mientras por otro lado algunas localidades no tienen agua potable, hay caos en el tráfico, una informalidad desbordada, insalubridad de la urbe, inseguridad ciudadana y vía crucis en tramitología. (O)

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