Las siete plagas
Al parecer a nuestro hermoso país, nos habría llegado las siete plagas simultáneamente, todos los males en combo, no salimos de un problema y nos cae otro, al menos eso parecería estar atravesando cuando soportamos una sequia no vivida en más de seis décadas, que ha empujado a declarar una emergencia hídrica sin precedentes y con ello cortes severos y prolongados de energía eléctrica con unas pérdidas económicas desequilibrantes para cualquier empresa, inversión, innovación, negocio, taller, emprendimiento, hogar y hasta al mismísimo gobierno. Se agudiza mas por los cortes de dotación de agua potable en varias ciudades del país
No conformes con el retorno de los apagones de los viejos tiempos, ahora otro peligro inminente son los incendios forestales que ya han consumido miles de hectáreas poniendo en riesgo la soberanía alimentaria, al sector avícola, ganadero, los páramos, el agua y hasta el mismo urbanismo de las ciudades que están soportando incendios en zonas cercanas a sitios poblados, para varias también traen con ello millones de dólares de pérdidas económicas por la quema en sí, las muertes de animales, incendio de infraestructuras, perdidas de humedales y bosques y también por los recursos que dejaran de recibir por el lucro cesante los damnificados como los gobiernos locales y nacional que deben asignar dinero no programado ni planificado en sus presupuestos.
Otro grave problema que nuevamente se agudiza es la inseguridad porque a pesar de que aparentemente se ha reducido, la realidad es contundente, todos los días tenemos noticias de secuestros, balaceras, sicariato, extorción y robos por montón, lo que hace pensar que la inseguridad sigue aquí latente a pesar de los esfuerzos que día a día se hacen y que los grupos irregulares a momentos toman la delantera. Al ver, escuchar o leer noticias, parecerían que se refieren a las favelas de Rio de Janeiro o Tepito en ciudad de México, pero tristemente suceden en localidades de Ecuador, las cifras no mienten, los números son fríos y delatadores, la inseguridad sigue campante.
Como dice el refrán “tras cuernos, palos” la política también sigue siendo un talón de Aquiles del país, la falta de gobernabilidad, el déficit fiscal incontenible y los enfrentamientos ejecutivo con legislativo, que no solo se refleja en el ámbito nacional sino local, son el corolario de todas las desgracias que han llegado de un solo brochazo. Los niveles de enfrentamientos, acusaciones, intimidaciones y léxico agresivo están en lo más alto, la política de altura quedo en el pasado, las formas, el respeto, la diplomacia y la horatoria, parece que se fueron con Jaime Roldós, Rodrigo Borja y otros honorables políticos ecuatorianos. Si hoy no nos unimos como en momento de apremio, estos males nos terminaran ganando. (O)