Libertad económica
No hay nada mejor como vivir en libertad económica, en donde los precios de bienes y servicios los marque el mercado no los gobiernos, donde los principales actores de la economía estén en el sector privado, donde la libre iniciativa privada, el emprendimiento, innovación, empleo adecuado, respeto a la propiedad privada, producción, industrialización e internacionalización, sean el caldo de cultivo para alcanzar el bienestar social, una calidad de vida adecuada y ningún gobernante decida que consumir o no en una familia un domingo o que carrera universitaria deban estudiar nuestros hijos y en que ciudad.
Definitivamente dar un marco administrativo y legal estable, adecuado, sin tanta reforma tributaria, sin tanta carga fiscal (21,5%), sin persecución al empresario, negociante, productor, agricultor, etc, es el camino, donde la política publica y las autoridades generen escenarios muy atractivos para la llegada de inversión local, nacional y extranjera, solo allí se vera muy tangible el desarrollo económico, la credibilidad, imagen y prosperidad del país, provincias y ciudades. Que se requiere para lo descrito, en primera instancia que la autoridad tenga una mente muy abierta, conocimientos adecuados, experiencia, preparación académica y un equipo de asesores de alto nivel para saber como se genera desde lo privado un dólar, pero también el manejo de las finanzas públicas, que haya empatía con los ciudadanos, capacidad de reacción inmediata mediante la disrupción en construcción y aplicación de planes, programas, proyectos, propuestas y políticas acorde a las nuevas realidades y necesidades.
El próximo año y hasta mayo de 2024, el Ecuador tendrá nuevas autoridades del ejecutivo y legislativo y lo poco que aspiramos es que ese periodo de transición sea lo menos invasivo posible en lo económico, social y se pueda mitigar de verdad los graves problemas que hoy nos acechan, inseguridad, contrabando, corrupción, poca gobernabilidad, desempleo, pobreza, evasión y elusión tributaria, estafa, coimas, extorsión, por ello es fundamental que los temas populistas, se sustituyan por un voto muy meditado, serio, consciente y sabio, en donde el hibrido del candidato que sabe de lo privado, también conozca de lo público, del ejemplo de ciudadano y de vida, para no volver a equivocarnos otra vez. La historia nos dice que en el caso de presidentes de la Republica lo uno no garantiza lo otro, puesto que hemos tenidos primeros mandatarios que, siendo excelentes para una cosa, no lo son para otra, por ejemplo, un buen General, no fue un buen político, otro que siendo un buen político no fue un buen economista y otro siendo un buen empresario no fue buen político. Ciudadanos, con lupa a ver todos los aspectos. (O)