Limpieza social, preámbulo del Proyecto Bicentenario
El Proyecto Bicentenario propuesto por el Municipio de Ambato ha generado inquietudes, criterios y preocupaciones. La propuesta es tema de análisis y aportes profesionales. Galo Sánchez, arquitecto de la localidad, comparte sus discernimientos sobre el tema que ha generado varias acciones por parte de la Empresa Eléctrica Ambato y ha estancado la decisión municipal.
“Como profesional de la arquitectura y ambateño pienso que toda obra que vaya en beneficio de la ciudad es buena, siempre y cuando mejore el ornato de la ciudad, pero cada una de estas obras y proyectos se debe llevar a efecto después del estudio serio que conduzca a la planificación y difusión ante los entes afectados y colectividad”, expresa. Y sigue, “escuchar expresiones como ‘va, porque va’, no es ni debe ser así”.
“Para llevar adelante este proyecto (Bicentenario), primero se debe realizar la limpieza social, propuesta que tenga ciertas alternativas. Ahí, ese sector es ocupado por trabajadoras sexuales, y por ende hay delincuencia y drogadicción. Si se quiere llevar a efecto ese proyecto, primero se debe construir la zona de tolerancia, donde de cabida a las trabajadoras sexuales, tenga puestos de seguridad, vigilancia y salud…que reúna las características respectivas; mientras, no se haga la limpieza social ese sector estaría convertido en zona roja y eso no se quiere”. Esta obra permitirá ofrecer seguridad en los alrededores del Parque 12 de Noviembre y los ciudadanos podrán circular con tranquilidad, “claro esto puede tener costo político, pero ese es el riesgo que corre la autoridad”.
“Recuerdo cuando fue alcalde Luis Fernando Torres trasladó a los comerciantes fierreros de la avenida Cevallos a la Simón Bolívar. En ese entonces hubo heridos, pero esa es una autoridad cuando quiere ordenar la ciudad al costo que sea, pero para tomar esa decisión, el alcalde tenía una alternativa de reubicación con base al estudio y correspondiente planificación”, cita.
A decir del profesional de la arquitectura, “también se debía haber hecho estudio muy detallado para reubicar el mini mercado de las flores. Los comerciantes necesitan trabajar, pero la ubicación se debe hacer en donde no estorbe a nadie, porque poniendo los puestos frente al edificio que recibió premio al ornato surgen observaciones…a ningún propietario que tenga una vivienda que haya ganado el premio y delante de la casa a cuenta de arreglar una calle vayan a construir cualquier negocio, no le va a gustar a nadie y por ende viene toda la razón del presidente ejecutivo de defender esta situación que afecta el ingreso al edificio de la Eeasa”.
“Como profesional de la arquitectura no estoy de acuerdo con el Proyecto Bicentenario, hay otras prioridades”, señala Galo Sánchez, arquitecto con 40 años de experiencia que contribuyó en la obra privada, pública, construcción de viviendas particulares dentro y fuera de la ciudad; así como, de escuelas, colegios, hospitales y una de sus últimas obras es el puente a desnivel de la avenida Víctor Hugo. (I)