Listón negro …/ Andrea Manjarrez Ocaña
Es preocupante la situación que vive la ciudad, provincia, país y el mundo entero, como ambateña me uno al desconsuelo de muchas personas, aquellas familias en desesperación ante las circunstancias, una realidad difícil de afrontar, titulares que exponen establecimientos de salud repletos, dolor y angustia por doquier, familias enteras que atraviesan estas temida enfermedad misteriosa y letal con deudas exhorbitantes por sus tratamientos, aquellas que han sufrido la pérdida de un ser querido, en este momento donde las despedidas no son un verdadero adiós sino una pesadilla poco creíble, enterrar las cenizas de cuerpos inertes que quizá no vieron.
Esto que vivimos fue el hecatombe que sacudió a la sociedad, a la economía, a la producción, a la labor diaria, a la tranquilidad, irrumpió la paz del ser humano, misma que jamás fue valorada, extrañar la cotidianidad con horarios copados de actividades, anhelar volver al ajetreo del trabajo o del estudio nunca estuvo en nuestros planes.
Las primeras semana pasaron pronto, cuál vacaciones pero a medida que iba pasando el tiempo lo macabro de este cuento se sentía al mirar las estadísticas elevarse día a día, cientos de muertes, más de 100 días en esto que no se como llamarlo, porque no tiene nombre tiene tristeza y desesperanza. Nuestro aporte real es cuidarnos y cuidar nuestro entorno, no estancarse pero afrontar que se vive una nueva normalidad incómoda y preocupante, que es un obstáculo que debemos atravesar, mientras todo mejora, mientras aparece la luz en el camino, elévenos una oración y creemos conciencia y responsabilidad porque no es nada fácil abrir las redes sociales y encontrarlas colmadas del doloroso y famoso Listón negro. (O)