Lo que más necesitamos y lo que menos tenemos / Edison Narváez Z.
Ecuador con el dólar como moneda de curso legal, para dinamizar su economía necesita generar dólares (ingreso de divisas), esto se obtiene de diferentes maneras como exportaciones petroleras y no petroleras, remesas y turismo; pero la más importante es a través de inversiones a largo plazo; lo que los economistas conocen como Inversión Extranjera Directa (IED).
Evidentemente, la IED genera mayor crecimiento de la economía y la creación de empleos de mejor calidad, pues las empresas multinacionales que invierten en el país generan mayor productividad que las empresas nacionales; además algo muy importante, la transferencia de tecnología, el incremento de la demanda de insumos intermedios y la mejora de la competitividad del país. Ciertamente lo que si se debe evitar es el ingreso de capitales golondrina, que son inversiones de corto plazo y que estas si afectan a la estructura económica del país; no obstante, es necesario un marco jurídico y tributario estable para lograr atraer inversión extranjera
Los países de América Latina y el Caribe, para aprovechar los potenciales beneficios de la IED ajustan sus políticas de inversión extranjera para alinearlas a sus objetivos de desarrollo nacional; sin embargo, en Ecuador sucede todo lo contrario.
En el año 2022, el Gobierno del presidente Lasso presentó la Ley de Inversiones, que buscaba reactivar la economía del país; sin embargo, la Asamblea Nacional tuvo la bondad de bloquear y archivar la ley; especialmente la bancada antagónica de UNES (incondicionales a Correa), los legisladores de Pachakutik (adeptos de Iza) y los amigos de la Izquierda Democrática. Todos bajo el absurdo criterio de que esta Ley fomentaría la privatización de empresas públicas y favorecer al sector privado; cuando la misma ley taxativamente prohibía privatizar o enajenar activos o infraestructura pública o estatal, nueva o existente. Todo este absurdo por los intereses políticos, cuanto daño hicieron al país amigos Asambleístas. Sin duda han hecho todo lo posible para por impedir la generación de empleo y el crecimiento de la economía. Una ley para atracción de inversiones es un proyecto vital para cualquier país; pero la actitud beligerante de esta asamblea ha destruido la posibilidad de reactivar la economía.
Históricamente la IED ha sido esquiva en el país, con un promedio del 1% del PIB, totalmente insignificante, y mucho me temo que continuará esta tendencia mientras la política perversa no permita desarrollar la economía. La IED es lo que más necesitamos, pero hacemos méritos para no tenerla.
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