Los Borja Álvarez en el intelecto ambateño. 1913

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Según se puede colegir, o sea ligar datos como consecuencia de otros, encuentro en el Diccionario Biográfico Ecuatoriano de Alarcón Costta, p. 178, el siguiente dato de doña Aída Borja Álvarez: “escritora poetisa. Nació en Ambato en 1913 y falleció el 14 de abril de 1995. Hija de Dr. Juan Borja López y Ramona Álvarez. Estudió en el colegio La Providencia de su ciudad natal. Realizó investigaciones arqueológicas y escribió poemas y varios libros. Autora de El Capitán de los Andes; Trescientas y más Batallas y una Nación”. 

Indudablemente es hermana de Juan Borja Álvarez muerto en 22 de enero de 1948. Quien sabe haya sido un hermano mayor, aunque la muerte no respeta edades. Juan Borja Álvarez, también fue tocado por las musas de la inspiración poética. Lo encontramos como periodista de diario La Crónica de Ambato y en la fecha de su muerte, con un artículo reivindicando ser el autor del Himno a Ambato que tuvo preferencias para el cuencano Remigio Romero fuera de concurso. Lastimosamente el referido diccionario no ofrece datos de Juan Borja A. 

Nuestra efímera memoria ha sido y sigue siendo ingrata con muchos hombres y mujeres de cultura que han hecho sus aportes al desarrollo de la vida intelectual y cultural de esta tierra generosa en estos ámbitos de las artes y las letras. Ojalá en algún repositorio familiar se conserven los trabajos que se mencionan, o acaso otros más para contento de investigadores e interesados, que necesitamos estos insumos para emprender un compendio de nuestra heredad intelectual.

Por la línea de los Álvarez tenemos al Dr. José Álvarez, médico nacido en Patate en abril de 1875 que fue hijo de don Gabriel Álvarez y doña Ramona Tinajero que eran propietarios de la hacienda Pitula, quienes le mandaron a estudiar medicina  en París. A su regreso se convirtió en filántropo de los patateños donándoles terrenos para la gente humilde y dándoles atención médica gratuita. Esto se sabe que lo hacía cuando visitaba la hacienda de sus padres, puesto que el médico residía en Quito. No pudo ser gratuito que doña Ramona Álvarez haya sido bautizada con el mismo nombre de su abuela Ramona Tinajero.

Completando la investigación en cuanto a genealogía tenemos que Don Gabriel Álvarez Villacís, nacido el 10 de mayo de 1817 casó en Quito en 1838 con doña Ramona Tinajero Morales, quien fue hija nada menos que de don Juan de Dios Morales y de Josefa Tinajero y Checa. Esto implica una aclaratoria en el orden de los apellidos que tiene que ver con lo que explica el genealogista como “eventos que no fueron casados”.

La información genealógica que estoy  revisando por la línea de  los Álvarez es enredada desde que proviene de los influyentes Álvarez del Corro en la vida colonial, Hay tres citas a don José Álvarez Tinajero que  pone para 1842 “no casado con Soria, Gómez de la Torre y Miranda” que deben ser las mujeres de enlaces. Lo que aclara un tanto esta genealogía es que un “Emilio Álvarez Tinajero casó en Patate Tungurahua, en 1874 con Ignacia Álvarez Velasco”. La genealogía de los Borja es de gente preponderante en la vida socioeconómica del país, per no encuentro enlace de Borja-López.

Superando los enredos y la vida privada de los enlaces familiares que tenemos en nuestras vivencias cotidianas, el objetivo de este enfoque radica en la valía intelectual de personajes protagónicos que nacieron para bien de la humanidad y han dejado su huella en el alma colectiva de esta tierra. Si una semilla cae en tierra fértil para bien de la sociedad, bienvenida sea.

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