Los choferes y la reina / Luis Fernando Torres
Se ha sacrificado 120 mil cerdos, las gasolineras se han quedado sin combustibles y los supermercados no han podido completar sus inventarios con productos de la vida diaria, por la falta de choferes que conduzcan camiones de carga. Los británicos han vivido una semana de carencias, impensable hasta hace un semestre, cuando Gran Bretaña todavía era parte de la Unión Europea.
Los choferes extranjeros, sin residencia estable, abandonaron el territorio británico, al separarse el país de la UE. A pocos nacionales y extranjeros les ha interesado convertirse en conductores de vehículos de carga en el Reino Unido, con motivo de la reciente convocatoria gubernamental. Como justificación, el Primer Ministro ha dicho que la falta de choferes es un tema global.
Los problemas británicos han llegado más lejos. Francia ha amenazado con cortar el suministro de electricidad de sus plantas nucleares que llega hasta Gran Bretaña por cables tendidos en el Canal de la Mancha. Y lo ha hecho como represalia a las prohibiciones británicas para la pesca francesa en aguas inglesas.
Lo que le ha ocurrido a Gran Bretaña ha sucedido en países convulsionados y en desarrollo. Nadie hubiera podido imaginar hace unos meses que la ciudades de la Isla se quedaran sin combustibles, alimentos básicos y suficiente carne de cerdo, y, además, sin electricidad.
El Primer Ministro Jhonson han levantado el optimismo de la gente con la afirmación que la economía británica está en transición, de una economía de salarios bajos y trabajadores de formación básica, a una economía de altos salarios y elevada cualificación del personal. Ha aprovechado, además, el hecho reciente de la alianza militar entre Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, para destacar que el país ha vuelto a ser considerado en la geopolítica mundial, a diferencia de Francia que ha quedado fuera de esa alianza.
No hay duda que Gran Bretaña está en una etapa de transición, después de la salida abrupta de la Unión Europea, en la operación conocida como Brexit. Lo que habrá que ver es si sale de la transición más fortalecida. Entretanto, su monarca, la Reina Isabel, es la mujer más famosa del mundo y la serie sobre ella de Netflix supera, en niveles de audiencia, a cualquiera otra. (O)