Los elementos que hacen un grupo cristiano / P. Hugo Cisneros C.

                                                                      

Dejando a un lado los libros y las teorías, que siempre son buenas porque nos iluminan, quiero compartir los elementos descubiertos en la experiencia y que creo que son esenciales para la existencia del grupo. Estos elementos son sus características fundamentales.

Ante todo, LOS JÓVENES: personas en transición que poseen elementos comunes que les caracterizan y que están marcados por su Transitoriedad, por su incoherencia, por su idealismo. Los jóvenes de los grupos no son nunca un “problema”, son un fenómeno en crecimiento.

Los OBJETIVOS que son las grandes luminarias que guían la marcha del grupo y que luego se traducen en acciones concretas y en metas inmediatas.

La EVANGELIZACIÓN, es el motivo inspirador de un grupo cristiano. Un grupo cristiano no existe sino evangeliza, como dice Puebla “si no anuncia a Cristo vivo de joven a joven”.

El grupo tiene que ser de PROCESO. Un grupo que “está”, un grupo que solamente “realiza acciones” no es grupo. El proceso[DC1]  es un elemento que favorece el crecimiento de las personas y de la misma comunidad juvenil. Nos ponemos así en la línea del “ser más”. Por ello el proceso exige un camino, unas etapas, un tiempo determinado siguiendo así la misma dinámica de la siembra hasta la maduración de la cosecha que se traduce en transformación.

La OPCIÓN, el grupo tiene que llevar a las personas y a la misma comunidad juvenil a la opción es decir a la elección de un estilo de vida y de compromiso específicos. Por ello todo grupo es vocacional y por ello la pastoral juvenil, que es pastoral de grupo, necesariamente tiene que ser una pastoral vocacional.

Finalmente creemos que otro elemento es el aspecto ECLESIAL del grupo. El grupo juvenil es la vivencia en pequeño de la gran vivencial eclesial. No podemos ser por lo tanto grupos paralelos, grupos cerrados sino grupos – Iglesia, grupos comunidad, por lo tanto, no podemos sino tener grupos en comunión y participación con la gran pastoral de conjunto.

No podemos dejar a un lado de metodología que debe distinguir, en su trabajo y en su acción a todo grupo cristiano. Medellín nos ha enseñado como metodología el Ver, juzgar y actuar que nosotros en nuestros grupos lo hemos traducido como VIVENCIA, REFLEXIÓN, FORMACIÓN Y ACCIÓN. (O)