“Los enviaron a la muerte”
El traslado de diez Personas Privadas de la Libertad desde la cárcel de Ambato a Guayaquil, trajo dolor y desesperación en familiares de los internos. Grupo de familias madrugaron hasta las afueras del Centro de Privación de Libertad (CPL-T) para conocer si sus allegados estaban en el listado del nuevo traslado.
El temor se acrecienta, después de la masacre donde murieron 120 internos, tras una disputa de poder entre bandas delictivas.
Gladys de 74 años de edad, dio gracias porque su nieto no estaba entre los internos que cambiaron de cárcel a las 07:00 horas de ayer. La adulta mayor rezó para que se calmen las tensiones y masacres en los centros penitenciarios, pues asegura que mucha gente inocente pierde la vida por estos grupos delincuenciales.
Verónica O., aseguró que su hijo fue trasladado y ahora teme por su vida. “Los llevan a una muerte segura. Con todo lo ocurrido recientemente y aún así los mueven de una cárcel segura a otra donde hay muertes cada vez en cuando”, expresó la mujer.
Miriam se desmayó cuando observó que su hijo estaba en el bus que movilizaba a los presos hasta Guayaquil. “Quienes no tenemos dinero para pagar, debemos ver cómo se llevan a nuestros hijos hasta una cárcel donde no hay respeto a la vida”, mencionó la madre de familia.
El Heraldo se comunicó con el director de la cárcel, Carlos Ortega Sevilla, pero dijo que no puede dar declaraciones “por el estado de excepción de las cárceles”. De su parte, el jefe de la Subzona de Policía, coronel Marco Antonio Solís, confirmó que fueron diez PPL que se trasladó de Ambato a Guayaquil y que el personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) se encargó de custodiar hasta los límites con Chimborazo. (I)