Los Grafitis / Editorial
Ambateños se muestran molestos con los famosos grafitis que aparecen, de la noche a la mañana, pintados en diferentes sitios e instituciones de la ciudad. Ahora no se salvan ni las iglesias, ya que estos grafiteros quieren mostrar sus sentimientos amorosos escribiendo y manchando las paredes como se observa en la Catedral.
A lo largo de El Portal de la ciudad, en el centro, es otro sitio manchado con signos, garabatos y firmas de grafiteros que ensucian las fachadas. Los padres de familia deben inculcar desde el hogar el respeto hacia los bienes patrimoniales. Algunos grafiteros piensan que manchando las paredes se vuelven populares en esos grupos.
Como idea, el Municipio debería invitarles a estos grafiteros a demostrar su arte en algún sitio específico y que esté abandonado, dándoles pautas y así mejoren el ornato de ese lugar. Incentivándoles con premios y dándoles charlas de respeto a los bienes y personas.
Ambato se merece respeto y las autoridades deben intervenir para terminar con esta ola de grafitis que afectan a la ciudad. (O)