Los gremios profesionales / Editorial
Desde tiempos inmemoriales, la tendencia de los hombres ha sido organizarse entre elementos afines a sus trabajos, a sus aspiraciones, a sus logros, a la satisfacción de sus necesidades sociales. De esta manera, para actuar con sentido colectivo y de solidaridad para superar obstáculos y dificultades que podrían aparecer en su diario accionar.
En Ecuador ha existido y existe esta tendencia bien marcada, que ha dado paso a que numerosas ramas de trabajo se encuentren organizadas, con estatutos y reglamentos específicos, con sujeción a las leyes dictadas por autoridades competentes.
El gobierno anterior, en forma abusiva, arbitraria y sin fundamento ni legal ni técnico, dispuso que la afiliación de sus miembros a los gremios profesionales deje de ser obligatoria. Esta disposición tenía como objetivo destruír a las organizaciones, dividirlas, para poder controlarlas a su antojo. Como fue impuesta por decreto ejecutivo, tuvo que cumplirse en forma irrestricta.
Transcurridos los años y cuando ha retornado la institucionalidad a nuestro país, los gremios actúan con libertad, cumplen sus tareas sociales con entusiasmo, buscan las maneras para que sus integrantes puedan tener una capacitación constante que les permita atender sus compromisos profesionales con mayor calidad y con eficiencia.
Varios profesionales reclaman que a sus gremios se les devuelva la obligatoriedad de su afiliación, como fue antes de la abusiva prohibición. Es conveniente que haya eco en este reclamo de parte de la autoridad a la que corresponde atender este pedido. (O)