Los invisibles del gobierno correista
La investigación del PhD Arduino Tomasi, de la Universidad de Chicago, revela una inquietante tendencia de ocultamiento de información sobre homicidios durante el gobierno de Rafael Correa Delgado en Ecuador (2007-2017). Según su estudio, que analiza datos recopilados por varias fuentes y registros de mortalidad, existe una discrepancia significativa entre las cifras oficiales de homicidios y los registros de defunciones violentas reportadas en ese período. Esto sugiere una posible manipulación estadística para mejorar la percepción pública sobre la seguridad.
El gobierno de Correa, conocido por su control sobre la información y la narrativa oficial, promovió la idea de que sus políticas de seguridad habían reducido drásticamente los homicidios en el país. Sin embargo, Tomasi muestra que ciertos casos de muertes violentas, que deberían haber sido clasificados como homicidios, fueron reportados bajo categorías ambiguas como «muertes violentas de causa indeterminada». Este patrón, según el investigador, apuntaba a un esfuerzo deliberado por subestimar las tasas de homicidios.
La investigación, basada en análisis estadísticos y entrevistas con expertos en seguridad, señala que las políticas de ocultamiento no solo afectaron la transparencia gubernamental, sino que también obstaculizaron la correcta implementación de estrategias de seguridad pública. Al distorsionar los datos, las autoridades no solo engañaron a la ciudadanía, sino que también impidieron que se desarrollaran respuestas efectivas al problema real de la violencia. Esto se agrava aún más si consideramos la pública cercanía entre el Gobierno de Correa y los grupos de delincuencia organizada.
Este estudio pone en tela de juicio la credibilidad de las estadísticas oficiales durante ese período, generando un debate sobre la ética y la responsabilidad del gobierno en la gestión de la seguridad ciudadana. Para muchos, este informe subraya la importancia de la transparencia en el manejo de información pública para garantizar una democracia robusta. Hace pocos días, el Presidente Noboa, de forma acertada, ordenó que se transparenten estas cifras. (O)