LOS MERCADOS NOS ABREN SUS BRAZOS / John Tello Jara
Fue una agradable gala, la coronación de la reina del mercado modelo, en presencia de las autoridades de la ciudad y de la provincia en la septuagésima primera edición de la fiesta de la fruta y de las flores.
Recordar la tragedia del 5 de agosto del 49, en la cual se presentaron voluminosos deslizamientos en los montes, llegando incluso a cambiar el paisaje, con un número de 6.000 personas fallecidas y miles sin hogar, acontecimiento que permite evocar al “altivo ambateño”, aquella persona que, a base de su trabajo, dedicación, perseverancia, logra posicionar sus productos agrícolas, artesanales, pecuarios a satisfacción de los consumidores en todo el territorio ecuatoriano.
Los organizadores refrescaron nuestra memoria al detallar la importancia del mercado modelo en la oferta de frutas, granos, productos cárnicos, ropa en el segundo piso, así como calzado elaborado por gente creativa de nuestro terruño; por supuesto que la oferta culinaria permite saborear variedad de platos típicos como los llapingachos, el caldo de 31, la fritada, el hornado, etc.
Se manifestó por parte del señor Alcalde que el 90% de nuestra población cuenta con la vacuna de las dos dosis y que un 50% ya tiene las dosis, lo cual nos ubica como una de las ciudades que ha prestado mucha atención al manejo de la pandemia del covid 19 y sus variantes.
Es momento de reactivarnos manifestamos de manera continua, de poner en práctica el “renacer” y, que mejor hacerlo consumiendo nuestros productos, ingresando a los mercados de nuestra gran ciudad, apoyando a la gente laboriosa que a base de su trabajo presenta la cebolla colorada, la zanahoria, el ajo, las habas, los mellocos, las lechugas, el brócoli y en general aquellos productos que llevamos a la mesa de manera continua.
Ver la calidad del calzado, así como la ropa que se ofrece en los mercados de Ambato, nos da tranquilidad en su consumo debido a la calidad de los insumos utilizados, donde la creatividad en el diseño y seguridad en el andar, permite con orgullo decir que el producto ambateño es de los mejores del país y que no pedimos favor a productos importados.