LOS TRES JUANES / Paúl Viteri
Ambato, cuna de mujeres y hombres valerosos, además de ser distinguida como la tierra de nacimiento de los tres Juanes, Don Juan Montalvo, Don Juan León Mera y Don Juan Benigno Vela, ilustres hijos de este suelo, que se constituyen en los principales referentes de la cultura y la política de nuestro país.
Don Juan María Montalvo Fiallos, nació en esta bella ciudad el 13 de abril de 1832, fue un ensayista y novelista destacado, de pensamiento liberal, fue el principal opositor del Presidente Gabriel García Moreno a quien criticó fuertemente desde su revista El Cosmopolita, entre sus principales obras tenemos Las Catilinarias, Secuela de Don Quijote de la Mancha, Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, célebre por la frase “Mi pluma lo mató”, cuando Gabriel García Moreno fue muerto con catorce machetazos y seis balazos, falleció en Paris el 17 de enero de 1889.
Don Juan León Mera, nacido en esta ciudad el 28 de junio de 1832, fue novelista, ensayista, poeta, historiador y político conservador, su principal e icónica obra es ser el autor del Himno Nacional del Ecuador, además de la novela Cumandá, otra faceta en la que se destacó este ilustre Ambateño es como uno de los primeros pintores romancistas de nuestro país, al contrario de Don Juan Montalvo, el fue uno de los principales aleados políticos de Gabriel García Moreno, fallece en Ambato el 13 de diciembre de 1894.
Don Juan Benigno Vela Hervás, nació en la ciudad de Ambato el 9 de julio de 1843, fue abogado, periodista y escritor, fue director de los periódicos El Combate, La Idea, La Candela y El Pelayo, además de ser otro de los principales opositores del Presidente Gabriel García Moreno, fue Gobernador, Parlamentario, Concejal y fue parte de la redacción de la Constitución de 1906, en la que se redactó importante normativa sobre el Matrimonio, Registro Civil y Policía entre otros, falleció en la ciudad de Ambato el 24 de febrero de 1920.
Una pequeña, pero ojalá útil reseña histórica de estos tres insignes Ambateños, que espero sea de mucha utilidad para quienes hoy tienen la dicha de visitar nuestra ciudad, pero especialmente, una muestra escrita del porque nuestras fiestas se constituyen en el más claro ejemplo de cultura, tradiciones y valores. No como se le ocurrió decir a un medio aparecido “que Ambato es una ciudad aburrida”, claro que somos aburridos… Pero para quien no entiende la verdadera esencia del Ambateño y su fiesta. ¡Viva Ambato carajo!