Los vapes y su riesgo / Paúl Viteri Albán

Columnistas, Opinión

Los cigarrillos electrónicos, desde hace un tiempo atrás se han puesto de moda, y, son conocidos con un sin número de nombres vapes, vaping, e-cigs, cigarros de vapor, entre otros. Ahora, resulta muy posible encontrar a jóvenes especialmente incluso en lugares públicos expulsando un aroma que, aunque parece inofensivo, no lo es.

Permítanme informales que los muy elegantes y, supuestos asistencia para el otorgamiento de status cigarrillos electrónicos, son sistemas electrónicos especialmente diseñados para suministrar nicotina (ENDS) y nicotina (ANDS).

Estos cigarrillos electrónicos de hecho se pueden encontrar en muchas formas y tamaños, y estos pueden lucir como cigarrillos, cigarros (puros), pipas, bolígrafos, dispositivos de memoria USB, incluso como llaveros, que son activados mediante una batería y bomba electrónica que calienta el líquido que estos contienen, provocando que este se evapore.

¿Pero qué contienen? Es menester que todos conozcan qué son los cigarrillos electrónicos. Si bien es cierto, no contienen tabaco, pero si en muchos de ellos contienen altas cantidades de nicotina, misma que es un derivado que se obtiene del tabaco, es incluso por este motivo que la FDA por sus siglas en ingles “Administración de Alimentos y Medicamentos”, los ha clasificado como “productos de tabaco”.

Entonces, si el líquido de los cigarrillos electrónicos contiene nicotina, que es la misma sustancia adictiva (droga) que se encuentra en los cigarrillos convencionales, quiere decir, que estos son extremadamente perjudiciales para la salud, incluso debiendo recalcarles que, en muchos de los casos en sus etiquetas, no informan sobre el contenido de nicotina verdadero de estos, me imagino por justamente no dimensionar el daño que provocan. 

Aunque, parezca que el vapor que emana de estos es inofensivo para la salud, debo informarles que en realidad no es vapor de agua; y, que más bien, la sustancia que este emana puede contener nicotina, algo que a la larga podría causar enfermedades pulmonares, cardiacas y hasta cáncer.

En muchas instituciones de educación superior, se ha hecho común observar a jóvenes utilizando estos dispositivos, además de que se ha reportado el uso clandestino de estos artefactos en colegios y hasta escuelas, de hecho este artículo lo escribo porque en días anteriores me sorprendió el observar a chicos y chicas, que no superaban los 15 años utilizando estos dispositivos y fue el motivo de mi investigación sobre el tema, en definitiva es algo de lo que los padres de familia y  autoridades de educación en todos los niveles, no pueden desatender o descuidar, los jóvenes y niños son el futuro de este país y es momento de concientizar en ellos este tipo de peligros.   (O)

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