Luisa o Daniel

Columnistas, Opinión

Faltando la proclamación de resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), Luisa González y Daniel Noboa, disputarán en segunda vuelta el ingreso a Carondelet. Para unos es un sorpresivo resultado de un joven que se lanzó a la arena política, que en su primer intento entra decidido a disputar la Presidencia de la República, poniendo entre las cuerdas al correismo. Y sin desmerecer la intelectualidad de Luisa, Daniel se ve que tiene una extraordinaria preparación y formación que hablan muy bien de él, en cuanto a su servicio profesional, demostrándolo en el anterior debate presidencial.

Este Joven aspirante posee múltiples  maestrías  enfocadas principalmente en la administración de empresas, liderazgo, comunicación política  y economía social. Y no me cabe duda que al crecer viendo a su padre  don Álvaro Noboa  aspirar a la presidencia de la República, alimentó en él la lucha por el poder, lamentablemente Luisa o Daniel gobernaran como máximo un año ocho meses, periodo en el cual deseamos a uno de los dos cumplan con sus pocas ofertas, como nunca antes el país necesita  de una  tregua. El nuevo Presidente tiene que sacar a flote  su capacidad de liderazgo, tratando de unir a “tirios y troyanos” en una misma mesa y bajo un mismo objetivo: Que es la Patria. Quienes no quieran unirse o pongan obstáculos sentirán  el peso de su irresponsabilidad.

Ahora viene la decisión final entre dos modelos, en teoría contradictorios en lo económico, político y social, incluso en las relaciones internacionales, ni se diga en materia de seguridad. Si bien es cierto en la votación, salvo excepciones, no prima el pensamiento sino las emociones, los ecuatorianos  querrán  conocer en un nuevo debate   las propuestas  concretas  de los finalistas. Temas como  la pretendida  desdolarización ¿que no se ha de dar?; y el uso de la reserva internacional están pendientes de aclararse. En estos días se habla de esperanzas, de sueños: esto es parte de la naturaleza humana; que en la práctica se requieren acciones de entender la magnitud  de los problemas del país, cuya solución no recae sólo en un Presidente sino en todos los 18 millones  de ecuatorianos

Ojala el próximo debate, cambiando el formato, permita más claridad, mejor exposición de propuestas, sobre todo como concretarlas. Los ecuatorianos no queremos más promesas vagas, palabrerías sin sentido ni insultos. Los dos que quedan en lid deben poner sobre la mesa el que harán y como lo harán. Pues, apenas tienen año y medio para gobernar,  y no les coman cuento a los ecuatorianos, digan que pueden hacer en tan corto tiempo y punto, nada mas. (O)

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