Madre del buen consejo Patrona del Abogado

Columnistas, Opinión

MATER BONI CONSILLI ORA PRO NOBIS, debe  hacerse costumbre en la persona que da  el consejo o el asesoramiento a todas las personas que necesitan de la guía legal o de las personas que requieren ilustración en las diferentes áreas del convivir humano y de las actividades intelectuales y materiales. Es así que mientras la sociedad aumenta con la población que día a día más nacen personas que mueren en el mundo,  así mismo la  discrepancia o la regulación de las normas del comportamiento humano también deben crecer y para todo aquello necesitamos del docto en la materia de leyes; debiendo ilustrar que el  buen Abogado, tiene su forma y su prestigio mientras más sabe aplicar, invocar y fundamentar la letra de la Ley y no el que de memoria repite lo que el colega lo dijo o el que obstaculiza el normal desenvolvimiento de una causa u obstaculiza la correcta administración de justicia.

Como cristianos, la mejor consejera que podemos tener, sin duda alguna, es MARIA. Ella siempre está pendiente de nuestra vida, de todas nuestras necesidades y podemos tener la certeza de que buscará por todos los medios llevarnos a JESUS.

En las bodas de Cana, MARIA nos deja su mayor consejo y de alguna manera el que impregnará todos los consejos que recibamos de ella: “Haced lo que Él os diga”.

Por otra parte, MARIA,  antes de aconsejar habla a su hijo de las necesidades de los hombres, intercediendo por ellos ante El, como lo hizo en Cana, por eso todo consejo que recibamos de ella estará siempre precedido de su intercesión maternal por nosotros.

Esa lección de la Madre de Dios que es la Madre del Buen Consejo debemos aplicarla en la difícil profesión,  pero muy digna y la más noble de todas las profesiones, porque en nuestra decisión o en nuestro consejo está la derrota, la frustración o el caos de la humanidad o del prójimo, o,  por el contrario en nuestro asesoramiento está la paz y la tranquilidad del prójimo y del mundo entero, mientras en nuestros sentimientos también estén colmados de paz y no de venganza y ambición.

El texto evangélico nos indica que tres días después hubo una boda en Cana de Galilea en la misma que se encontraba MARIA Madre de JESUS y ella es la Madre del Buen Consejo, en dicha boda estaban invitados  también los discípulos de JESUS y cuando se terminó el vino MARIA dice a JESUS  “no tienen vino” recibiendo una respuesta de que la hora de JESUS no ha llegado aún, procediendo dicho personaje bíblico MARIA a dar el buen consejo: “haced lo que él os diga”. Si el Abogado del mundo tuviera una inspiración sana, pasiva y rica y exquisita en aliento bondadoso, seguro estoy que en el mundo no existieran guerras y las que existen se terminarían inmediatamente.

La patrona o la protectora del Abogado sin duda alguna es la Madre del Buen Consejo por ser noble y virtuosa en las guías que nos brinda todos los días; a lo mejor para no cometer los yerros que ayer los cometimos. (O)

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