Madre fallece tras recibir golpe de conviviente
La vida de Marlene C., de 38 años de edad, se apagó de manera abrupta y trágica, dejando una estela de dolor y desconcierto entre sus familiares y vecinos, del barrio El Calvario de Quisapincha, ayer.
Todo comenzó la noche anterior, en la celebración del Día del Padre, ella y su conviviente, Antonio T., compartían una velada que se tornó amarga debido al consumo de alcohol.
El hijo de la señora, un adolescente de apenas 17 años de edad, solicitó las llaves de una motocicleta al hombre, Antonio T. La respuesta fue una serie de golpes que encendieron una serie de eventos lamentables.
La madre, en un acto desesperado por proteger a su hijo, intervino en la agresión, recibiendo un golpe que la hizo caer violentamente al suelo, golpeándose la cabeza. El joven, conmovido y asustado, intentó socorrer a su madre y llamó al número de emergencias ECU-911 en busca de ayuda médica urgente. La respuesta fue desesperanzadora: todas las unidades estaban ocupadas. Con las pocas instrucciones recibidas por teléfono, el joven trasladó a su madre al hogar, donde los hermanos menores intentaron proporcionarle el mejor cuidado posible.
La noche transcurrió en medio de la incertidumbre y el temor. A la mañana siguiente, alrededor de las 08:30 horas, el joven, intentó despertar a su madre, solo para descubrir con horror que no respondía. Una nueva llamada al ECU-911 trajo finalmente la confirmación que tanto temían: Marlene C. había fallecido. El Ministerio de Salud Pública, certificó la muerte, lo que desató una rápida movilización de las autoridades. La escena que siguió fue una dolorosa sinfonía de sirenas y uniformes. La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), y la Unidad de Criminalística, se encargaron del levantamiento del cadáver y la recolección de evidencias. La Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), se hizo cargo de los menores, brindándoles la protección y el apoyo necesarios en tan doloroso momento.
Entretanto, el principal sospechoso, Antonio T., fue rápidamente identificado y se ordenó su inmediata aprehensión. La policía desplegó sus unidades para dar con su paradero y someterlo a la justicia. (I)