Quito, (EFE).- La marcha de protesta que tenía lugar en Quito ayer
martes contra el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso acabó en un
enfrentamiento entre manifestantes y agentes de Policía, que recurrió a los
gases lacrimógenos para dispersar a los participantes.
El choque tuvo lugar en la Plaza de Santo Domingo, donde terminaba la marcha,
cuando miles de manifestantes escuchaban los discursos de los principales
dirigentes de los sindicatos convocantes.
Desde las últimas filas, constató Efe, comenzaron a arrojar palos y piedras a
los agentes apostados tras las barreras de control en las calles que dan acceso
a la Plaza Grande, donde se encuentra la sede de la Presidencia.
La Policía respondió con gases lacrimógenos al centro de la plaza, propiciando
una estampida hacia calles aledañas y que muchos manifestantes volvieran a
arrojar piedras y otros objetos.
Por el momento no se ha informado de víctimas ni detenidos.
Hasta ese momento, con pancartas como «Sapo Lasso, no al gasolinazo»
o «Gobierno del encuentro no da la cara», miles de manifestantes
avanzaron desde el parque de El Ejido, a unos dos kilómetros, con cientos de
banderas rojas de los principales sindicatos, y al grito de consignas y
bocinazos contra las reformas que pretende realizar el mandatario.
El asambleísta Marlon Ruiz aseguró a los medios que están «en pie de lucha
contra unas medidas injustas que se están imponiendo desde el Gobierno
nacional».
Y sobre todo contra el alza progresiva, hasta el viernes pasado, del precio de
los combustibles, que el presidente debió congelar para tratar de aplacar la indignación
de la ciudadanía.
Pero los manifestantes consideran que se trata de «una burla» porque
el precio lo ha estabilizado el Gobierno después de una subida progresiva que
ha encarecido los productos básicos.
En la concentración hubo argumentos para todos los gustos, y como no, las
recriminaciones al presidente por su aparición en el escándalo de los papeles
de Pandora, por el que está siendo sometido a dos investigaciones.(I)