¿El voto es emocional?
Según estudios relacionados se dice que en más de un 90% la toma de decisiones es un acto emocional, por tanto, pese a que se necesitaría un voto razonado, es más emocional, siendo el miedo, la esperanza y la indignación las prevalentes. A eso debemos sumarle el voto por agradecimiento de una limosna, por un puesto precario dado por el politiquero para perennizarse en el poder, por aquellos cómplices que comparten la corrupción para obtener dinero rápido, por los que “metieron plata” y demás. Peor aún si queremos que sea responsable, ya que, con el precario porcentaje de gente que lee algo fuera de lo que tiene que por obligación leer, el voto es quemeimportista. Basta escuchar: “Vote por quien vote, me da igual, los políticos solo entran a robar y ellos no me dan de comer si yo no trabajo” “¡Yo voté por el primero que vi…qué importa! “Yo voto solo por el documento”, etc.
Debemos admitir que el voto, si es que los poderes enviciados no lo manipulan, es trascendental y a veces de importancia capital. A veces, coyunturalmente se juegan entre opciones malignas y engañosas o los intereses del ciudadano honrado y sus aspiraciones legítimas de prosperidad. Son corrientes mentirosas, engañadoras de dulces discursos que parecen democráticas, amigables pero que con acciones perversas, violentas, impositivas, usurpadoras y expropiadoras que, cual cáncer abominable, quieren implementar sistemas de vida sin libertad, que no se puede criticar sino solo venerarla, regímenes históricamente fracasados y sangrientos que han destrozado a la gente que produce, que da trabajo, aniquilando la propiedad privada y arruinando a la gente el deseo de ser buenos y competitivos.
Saben que sus “ideas” son utópicas e inaplicables, pero también saben que, desposeyendo al que produce, esos discursos, engañarán fácilmente al que no piensa, al que no lee y les catapultará para generar, indefinidamente, a su grupito mafioso y a sus aclamadores cercanos, a un estatus privilegiado, tipo reinado, lleno de abundancia y lujos que se adjudicarán de por vida dando el gran coletazo de mayor generación de pobreza en los países donde se han asentado o pretenden asentarse.
Latinoamérica, desasida del presente y de la razón, gracias a su gruesa historia de politiqueros saqueadores de todos los colores y tendencias, enredada entre una infecunda discusión de falsedades y apariencias, se ha convertido en un gigantesca y estéril granja que ya no da frutos, lleno de maleza mental que ha crecido, libremente, entre los gigantes empresarios prebendarios, universidades con ideas retorcidas, iglesias con simpatía a los totalitarios, periódicos vendidos a la pauta, instituciones todas… llevamos mucho tiempo de no ver el sol de la verdad.
Debemos analizar hechos, cifras, nuestro conocimiento en ciencia económica es casi nulo. Necesitamos dejar de patalear con impotencia al ver que, año tras año, década tras década, están arrasando y desmantelando nuestras economías que, por las múltiples riquezas que poseemos y porque la mayoría somo pujantes trabajadores, deberíamos ser potencia mundial en vez de que, con gran tristeza, miedo e incertidumbre, siempre hablamos de crisis, inseguridad y una lista interminable de desgracias que han provocado estos monstruos ruines que solo les interesa el poder. Precisamos ver esas ideologías económicas en su majestuosa barbaridad, doctrinas falsas, insulsas y vagas, esgrimidas por gurús de la miseria. (O)
MEDICINA INTEGRATIVA ORIENTAL