Carta de un educador / Mg. Roberto Camana-Fiallos
Señores del gobierno nacional del Ecuador, soy un docente con amplia experiencia en la formación de futuros profesionales de jóvenes y adultos. Vivo en mi querido país, donde nací, crecí y deseo morir con dignidad. Aunque, en realidad ustedes son los que nos gobiernan y nosotros los súbditos.
En efecto, las políticas de austeridad económica, equivalente al “ahorro”, tiene afectado a miles de docentes del sector público, con la reducción de nuestros sueldos, meses impagos, despidos y por último reducción del presupuesto para la educación. No cree Señor gobierno, que es momento de parar tanta masacre a este sector prioritario.
Sobre todo, no perdemos la pasión por enseñar a nuestros estudiantes y aprender de ellos, sobrellevando que la labor de un maestro no termina con el salir del aula de clases. Sino, empieza otra en cada una de nuestros hogares; cuando llevamos un sueldo disminuido y con más de ocho horas de trabajo. Sin embargo, nos reponemos y miramos con optimismo que nuestra misión es educar con vocación.
No se trata únicamente, de pelear por un sueldo, sino que el sistema educativo a colapsado y que no ha sabido responder a estudiantes, docentes y padres de familia. La situación de emergencia por el virus Covid-19, continúa impactando en niños y adolescentes la desigualdad al derecho a la educación.
Además, como medida para prevenir el contagio ha sido el slogan “quédate en casa” y estudia en línea, se origina la pregunta, que porcentajes de niños y adolescentes acceden a internet en su hogar. De acuerdo, con la encuesta INEC – TIC 2019, los niños y adolescentes que utilizan internet desde su hogar es el 64,5%.
Así en el sector urbana el 66,7% tiene acceso a internet y en el sector rural el 42,9%. Considerando también a las niños y adolescentes que utilizan computadora, en el 57%, inferior a las personas que tienen internet en teléfonos inteligentes, en el 68,9%. (O)