Misa campal fe y alegría

Ciudad

La misa de acción de gracias en honor a la Virgen del Tránsito, celebrada en el parque central de Totoras, fue protagonizada ayer por feligreses en actitud de profunda devoción, agradeciendo las bendiciones recibidas. 

La celebración, que marca una tradición importante a mediados de agosto, volvió a reunir a la comunidad. Este año, los fieles mostraron su inquebrantable devoción, llegando desde tempranas horas para obtener los mejores lugares y participar de la santa eucaristía.

Adultos mayores, fieles a la tradición, se ubicaron frente a la tarima donde se instaló el altar con la imagen de la Virgen del Tránsito, ofreciendo oraciones por sus familias, hijos, nietos, y el sustento diario. La ceremonia estuvo presidida por el Obispo de Ambato, Giovanny Pazmiño y el Arzobispo Emérito de Quito, Fausto Trávez, quien destacó la importancia de la Virgen en su homilía.

Durante su discurso, el Arzobispo Trávez enfatizó que, aunque se cuentan numerosos milagros atribuidos a la Virgen María, en realidad, solo Dios realiza milagros. “La Virgen María intercede ante su hijo, y el hijo no puede negarse a la petición de su madre”, explicó. También destacó la humildad y el servicio como enseñanzas clave que los fieles deben imitar, y relató una anécdota sobre el actual prefecto de Tungurahua, Manuel Caizabanda, quien en su juventud dejó todo para salvar la vida de una mujer durante su formación como médico.

El arzobispo concluyó su homilía subrayando que la devoción auténtica a la Virgen María debe reflejarse en el servicio a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús. “No se puede servir a Dios sin servir al prójimo,” afirmó.

La ceremonia también incluyó peticiones por la Iglesia universal, la Iglesia diocesana, los gobernantes, las parroquias, y las familias, realizadas por las dignidades de belleza cantonales, de la parroquia y de los barrios. Los priostes ofrecieron panes, flores, vino, y frutos como parte de las ofrendas tradicionales.

La misa de acción de gracias en Totoras no solo reafirmó la fe de los asistentes, sino que también destacó la importancia de mantener viva la tradición y el espíritu de comunidad. (I)

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