Misma Corte, mismo caso, fallos distintos / Mario Fernando Barona
Hace poco algún medio internacional le ofreció micrófono al expresidente Rafael Correa, y él, con su típica actitud pedante y su cansino discurso del “ya basta”, señaló que varios funcionarios de su Régimen están siendo perseguidos, que los están procesando judicialmente, que es él quien sigue, y que incluso otros como el exvicepresidente Jorge Glas están encarcelados injustamente. Con todos estos “argumentos” finalmente se aseguró de hacer hincapié repitiendo varias veces que la justicia en el Ecuador está politizada.
Iba a decir qué caradura, pero no, esta vez tiene algo de razón, la justicia en el Ecuador sí sigue un tanto politizada, pero por los mismos correístas -si a eso es a lo que se refería, aunque lo dudo mucho-, es que todavía anda por ahí alguno que otro fiscal y juez con el corazón verde-flex. Pero en términos generales, desde que tomó el mando Lenín Moreno las cosas han cambiado: es notorio que los tribunales de justicia ya no tienen una espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas; es obvio que ahora ya no hay quien dicte sentencias por teléfono, por email, en una sabatina o las redacte y grabe en un pendrive; los jueces ahora fallan en base a derecho y no a política (al menos eso esperamos); ahora la Función Judicial ya puede respirar tranquila porque es independiente, ya no hay quien desacredite públicamente un sábado a algún funcionario, ordene un acto administrativo en su contra o le imponga un juicio.
Imagínese usted qué tan libres se sentirán que los actuales jueces de la Corte Constitucional CC decidieron en estos últimos días echar al traste dos sentencias que ellos mismos resolvieron en épocas correístas. Sí, la misma corte, los mismos jueces, los mismos casos, con decisiones completamente opuestas. Antes eran inconstitucionales porque así lo decía Correa, hoy que no está, de pronto entraron en razón y entonces ya son constitucionales.
La eliminación del techo a las utilidades y de la contribución del 40% para el fondo de pensiones del IEESS por parte del Estado, fueron decisiones correístas totalmente injustas, arbitrarias e inconstitucionales y que sin embargo en su momento las acogió y aprobó la misma CC que ahora las ha restituido.
No obstante, es tremendamente vergonzoso lo actuado por la CC y no faltaría razón para que intervenga el CPCCS a evaluarlos. Con qué calidad moral y profesional van a seguir al frente de la CC si su actuar fomenta la inseguridad jurídica; si antes por cuidar sus cargos aceptaron a pie juntillas lo que se les ordenaba desde Carondelet y ahora frente al mismo hecho cambian de opinión repentina y drásticamente sin que medie absolutamente ningún cambio legal ni constitucional.
Desde luego que el pueblo entero saluda la revisión de estos dos casos, era lo que desde el principio debió haberse hecho, pero en justicia, actuar atado a intereses es aberrante, la coherencia es una de las mayores virtudes del hombre honesto, y la CC jamás la tuvo. (O)
Mail: mariofernandobarona@gmail.com