Modelo de gestión Casa de la Cultura Ecuador
La Gestión Cultural en Iberoamérica desde inicio de los años noventas y en el Ecuador a inicios de los años dos mil, generó un nuevo concepto de vivir, sentir, producir, crear y gestionar las artes y la cultura.
En Ecuador hay algunos hechos dignos de mencionar, en primer lugar en 1992 se funda el Movimiento Cultura Rebelde, vanguardia de las generaciones que provocaron los sucesos mas importantes en el Ecuador, luego las cartas constitucionales de 1998 y 2008 que fueron el resultado de los tiempos de cambio, la institucionalización del Ministerio de Cultura 2007 el cual nació por decreto y no por proceso de planificación, la desestatización del Ecuador a partir del 2017 que permitió el mantenimiento de las denominadas casa de la cultura en contradicción del mandato constitucional que reza, que es el estado el ente rector formando un sistema nacional de cultura en donde todas las instituciones públicas, del tercer sector, artistas y gestores culturales tienen una figura de igualdad de condiciones.
Sin embargo el entonces presidente nacional de la Casa de la Cultura Raúl Pérez Torres que exhibía ser el adherente 001 de la entonces Alianza País, dio paso para presionar por que en esa igualdad de condiciones se mantenga una institución querida pero que ya cumplió su ciclo en el siglo pasado y que impediría que la cultura se inscriba en los nuevos modelos de gestión del siglo XXI, la globalización y la posmodernidad, como de la industria de las artes, el entretenimiento y la economía creativa.
Muchos artistas cayeron en ese discurso de suponer que la casa de las culturas era “la cultura”, se reivindicó una autonomía, que implicaba la administración de talento humano, generación de recursos y administración de espacios y bienes, sin embargo, esto dejó en un auto aislamiento a esta institución además de provocar una confusión en el Sistema Nacional de Cultura con origen anti constitucional.
La última Junta Plenaria de la Casa de la Cultura efectuada en Cuenca así lo demuestra, un reglamento interno de trabajo que en años no se puede normalizar, el choque con organizaciones del tercer sector de las artes en la danza, el coro, la música, la gestión cultural que para justificar su existencia las casas de la cultura desean eliminarlas y absorber sin propuesta de gestión sus actividades y creatividades. (O)
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