¿Moneda Común Sudamericana? / Edison Narváez Z.
Nuevamente ha entrado al debate la vieja aspiración de los gobiernos populistas de establecer una moneda común en Sudamérica; Brasil con su flamante presidente Lula da Silva, Argentina y Venezuela (con las inflaciones más altas de Sudamérica) son los países que anhelan una moneda común y descartar la vieja hegemonía del dólar.
La Pregunta sería: ¿La Región Sudamericana está preparada para que los flujos financieros y comerciales de sus países se realicen con una moneda común?
Para empezar, Sudamérica mantiene un nivel insuficiente de integración comercial, financiera, laboral; y aún política, pues en los últimos años han surgido alternativamente gobiernos populistas (mal llamados de izquierda) y gobiernos neo liberales; lo cual complica la convergencia macroeconómica en Sudamérica, y si además de considera que Estados Unidos representa el principal socio comercial de casi todos los países sudamericanos. Este escaso nivel de integración no justifica la aplicación de ninguna moneda común. En este sentido también se pronunció el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador cuando manifestó en la cumbre de la Celac “De que sirve un proyecto de moneda común si países pequeños como Ecuador no puede vender su camarón o banano a los grandes mercados latinoamericanos”
Es necesario destacar las múltiples asimetrías existentes entre los países de Sudamérica, en particular el tamaño de las economías, así como el nivel de apertura de las mismas y las actuaciones unilaterales de acuerdo a las conveniencias coyunturales de cada país. Necesario también destacar que las alteraciones repentinas que se dan en la economía causan efectos distintos en los países de una misma región, me refiero a lo que los economistas lo conocen como “Shocks Asimétricos”. Adicional no olvidar que la mayoría de países sudamericanos mantienen una dolarización de facto en su economía.
Conforme lo manifestado en las líneas anteriores, parecería que el Costo de Oportunidad de la no adopción de una moneda común en Sudamérica es intranscendente. Por ahora lo considero inviable un proyecto de ese tamaño. Como decía un destacado analista económico “Una Moneda Regional: No Gracias, no estamos para experimentos, con el dólar estamos contentos”. Y ciertamente es así, a pesar de los detractores de la dolarización, cuyo argumento más utilizado es el hecho de que el país ha renunciado a una política monetaria propia, cuya función principal sería la de amortiguar eventuales crisis con la emisión de dinero inorgánico, para cubrir las ineficiencias económicas que normalmente generan inflación. No olvidar que el presidente Correa también era partidario de este proyecto, bajo la idea de abolir la dolarización.
La inflación es fundamentalmente un fenómeno monetario, no como manifiesta el presidente Argentino Alberto Fernández “La Inflación es un Fenómeno Mental”. Que peligroso este Populista, con razón su país alcanza una inflación superior al 94,8%.