Montalvo camina Ambato

Columnistas, Opinión

Se detuvo mirando la ciudad como muralla, desde el febrero de este año 2025 rememoró el cálido clima del Ambato de sus años infantiles de hace dos siglos, avanzó…

Queridos lectores, en un momento de salto cultural, cuando dejamos atrás la lucha de clases por la lucha de civilizaciones, cuando Ecuador duda como estado y Ambato vive días fríos en su identidad y su ruta les invito a imaginar la presencia del maestro Juan Montalvo Fiallos en nuestro tiempo a días de la fiesta, ¿Me siguen?

Entonces cruzó la Plaza 10 de agosto hoy parque Cevallos, se enteró que su ciudad había sufrido un terremoto hace un poco menos de un siglo, erguido y firme en su paso, con sus ojos pequeños, obscuros, hundidos pero implacables contenedores de ese brillo intelectual, marchó sin perderse el detalle de esa aspiración urbana de hoy.

El edifico delegación de gobernó central le ocasionó defensiva frente al poder, no se reconoció en su monumento que carece de pluma, tejió una mueca al entrar en la sombra del edificio clerical de mucho mayor volumen que la sociedad laica e ilustrada.

Don Juan Montalvo en su marcha imaginaria por nuestro Ambato mira testigo el cierre de la Librería América de la Casa de la Cultura, mientras mira su casa, la casa de sus padres, de Don Marcos Montalvo Oviedo, hoy es un museo y no pierde el bullicio de los infantes y colegiales, mira libros y despliega una imagen por que no libros en toda la casa, la cuadra, la manzana, la ciudad, Juan Montalvo mira con admiración el comercio, recordando su conversación con Proudhon en París quién le tentó a dejar la Ilustración para abordar los problemas económicos y el activismo de la entonces naciente tesis de la lucha de clases ¿Qué habría pasado si Montalvo hubiera hecho militancia de la Internacional Obrera en América y Ambato?.

Montalvo entonces se pierde en una casa de una sola planta sobreviviente de la arquitectura fracasada post terremoto, con calle de adoquín, techo de teja y puerta de madera.

Hoy, año 2025 Ambato remuerde su marcha, en la indefinición de su proyecto productivo y cultural, a puertas de una nueva edición de la Fiesta de la Fruta todo esta por hacerse.

Gracias querido lector por este viaje mutuo imaginario de verle al mas grande de nosotros entre nosotros, el reto es de nuestra generación con el patrimonio al futuro. (O)

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