Moralmente despiadados
Vivimos el mundo de la voracidad financiera. El consuelo ingenuo es que el hombre siempre fue así, es así; incluidos los casos excepcionales. Y ya que estamos en la fiebre de la consulta, consultemos al sociólogo Wright Mills, quien analizó esta cojera humana por varias décadas. Resumo algunas de sus ideas.
Siempre que los estándares de vida adinerada prevalecen, el hombre con dinero, sin importar cómo lo adquirió, será admirada, respetado. Se dice que un millón de dólares cubre una multitud de pecados. El hombre tiene un solo amor, el dinero; «respaldado» por sus estándares pecuniarios, invariables.
En una sociedad en la que el experto en hacer dinero no ha tenido un rival serio en la reputación y el honor, la palabra «pragmático» viene a significar útil para la ganancia desmedida, útil para el lucro ilícito público y privado. El «sentido común» es sentido de sobresalir financieramente.
La cacería de vida adinerada tiene valor dominante, en relación a la cual la influencia de otros valores es letra muerta. De manera que los hombres se convierten, con suma facilidad, en seres moralmente despiadados en la persecución del dinero fácil y en la «construcción» de fortunas urgentes.
Gran parte de corrupción de la mayoría de sociedades es simplemente parte del viejo esfuerzo por hacerse rico y por llegar al siguiente paso, hacerse más rico.
Sin embargo, hoy el contexto en el cual la antigua persuasión debería funcionar ha sufrido un cambio. Cuando las instituciones económicas y políticas eran pequeñas y desparramadas -como en los modelos más simples de la economía clásica y de la democracia Jeffersoniana- ningún hombre tenía el poder de otorgar o recibir grandes favores.
Pero cuando las instituciones políticas y las oportunidades económicas están concentradas y encadenadas al mismo tiempo y por el mismo eslabón, entonces las instituciones públicas son utilizadas para los inconmensurables «atracos» públicos y privados, del burócrata de turno y del zorro privado.
¿Estaría en el razonamiento del autor británico Wright Mills la insaciabilidad financiera del escenario ecuatoriano público y privado? (O)