Neuronas Espejo y Empatía/Alejandra Sánchez Psicóloga Clínica

¿Alguna vez has tenido la sensación de estar viendo una carrera y sentir que tu propio corazón se acelera de emoción mientras los corredores compiten por cruzar la línea de meta o ver a alguien pincharse con una aguja, y sentir su dolor, como si estuvieras en sus zapatos? ¿O te ha ocurrido que otra persona bosteza y te dan ganas de bostezar a ti también? Puede parecer una simple reacción inconsciente a lo que vemos, pero en realidad está sucediendo algo mucho más complejo en nuestro cerebro. Nuestros cerebros están formados por muchas neuronas y células, pero es un grupo especial de células llamado neurona espejo las responsables de este fenómeno. Estas neuronas modulan su actividad tanto cuando un individuo ejecuta un acto motor específico como cuando observa el mismo acto o similar realizado por otro sujeto. Nos ayudan a explicar cómo y por qué «leemos» la mente de otras personas y sentimos empatía por ellas.

Las neuronas espejo son uno de los descubrimientos más importantes de la última década de la neurociencia. Se descubrieron por primera vez a principios de la década de 1990, cuando un equipo de investigadores italianos encontró neuronas individuales en el cerebro de monos macacos que se activaban tanto cuando los monos agarraban un objeto como cuando observaban a otro primate agarrar el mismo objeto. Desde entonces, el concepto se ha estudiado vigorosamente en bebés para comprender cómo funciona el sistema de neuronas espejo desde el nacimiento. Los estudios han mostrado que las interacciones entre padres e hijos influyen en gran medida en el desarrollo. La arquitectura funcional de la comunicación madre-bebé y el desarrollo de la expresividad social infantil en los dos primeros meses son esenciales. En los primeros años, se sientan las bases para la empatía y las neuronas espejo, por lo tanto, es fundamental trabajar la empatía en esa edad, ya que la capacidad de inferir el estado mental o el estado emocional de otros individuos es una necesidad para prosperar en un entorno social.