Niños con esperanza y futuro
La Fundación Don Bosco labora en la fase uno y fase dos tanto en la mañana como en la tarde con 200 niños. De este total son 160 niños que son atendidos en las instalaciones del centro.
Los niños acceden a las áreas del comedor, así como de los servicios de Psicología, Trabajo Social, porque estos profesionales visitan los planteles educativos como a los hogares (disfuncionales) para ayudarlos.
En cuando a los alimentos se buscan a donantes o instituciones que sean solidarios para cocinar los alimentos para los niños. En tanto que, para el refuerzo escolar, los niños reciben sobre todo de las áreas de Química, Física, Matemática, así como, Computación (son 10 máquinas de las cuales funcionan siete y tres requieren ser habilitadas, o donadas nuevas).
Como parte de la formación a los niños se les motiva a que en la mañana y tarde participen de la oración y en este mes es de la Virgen María, por lo cual se desarrollan incluso dramatizaciones, explicó Rosa Vera, quien pertenece a las Hermanas Murialdinas de San José que trabajan con la Fundación Don Bosco.
La obra social de Don Bosco tiene como propósito el ayudar a los niños, los cuales proceden de padres del comercio autónomo (informales) o personas que laboran en los mercados.
Con los padres de familia se motivan a reuniones para informarles del rendimiento de sus hijos y también tratar varios temas referentes a la importancia de enseñar a su prole los valores, seguimiento a la educación y más.
Se mantiene relación con varias instituciones como la Universidad Técnica de Ambato y se espera a corto plazo tener el nexo con la universidad UTPL.
Las personas que deseen canalizar donaciones como computadores, o materiales como cartulinas, tijeras, fómix o siliconas, papelotes, alimentos no perecibles.
Esta obra social del Proyecto Don Bosco se ubica frente al parque 12 de Noviembre así como detrás del Mall de los Andes. El número de celular es el 0967133121.
Cabe indicar que en ocasiones existen personas que se toman el nombre de la Fundación Don Bosco, y se movilizan hacia las casas de los barrios solicitando dinero, situación que es de antisociales, porque jamás se pide recursos ni tampoco se visitan los domicilios, sino que toda donación se receptan en las instalaciones de la fundación.
Además explicó que se mantiene el convenio con el GAD Municipal de Ambato para el pago de profesionales (dos Psicólogas, Trabajadora Social, Educador) al igual que con el espacio para los niños. Este proyecto social como contraparte pone dos educadores, así como, los alimentos que consiguen con autogestión. Pero no todo se puede cubrir por costos y, por eso, se reciben donaciones para alimentar a los niños, acotó la hermana.
Olivia Meusburguer (19) dio a conocer que tiene ocho meses de ser voluntaria en la Fundación Don Bosco y su labor es hacer los deberes con los niños y además juega con ellos. En ocasiones hasta vende ropa en la calle para ganar algo de dinero en favor de la fundación, especialmente para la alimentación o para materiales didácticos. Luego de cumplir un año en esta ciudad retornará hacia Alemania para continuar sus estudios.
El psicólogo educativo y educador es Daniel Cabrera señaló que el problema más recurrente hacia los niños es la negligencia de los padres de familia o los tutores a cargo de los niños, ya que en ocasiones consideran que por ser Fundación están obligados a que sus hijos tengan todo solucionado en sus estudios y al final llegan los progenitores a únicamente observar resultados.
Los padres no hacen seguimiento a sus hijos, y esta responsabilidad terminan desarrollando los profesionales que laboran en la fundación, para velar por el buen rendimiento de los chicos, pasando por alto que todos los esfuerzos son compartidos en la formación integral de sus hijos, ya que no sólo es estudio sino alimentación, formación en valores y más.
Por su parte Edison Lescano, estudiante de vinculación de la Universidad Técnica de Ambato (UTA), manifestó que la labor de grupo de 15 universitarios es apoyar a la fundación con el refuerzo académico, tareas dirigidas y el respaldo pedagógico, para así ir corrigiendo las debilidades académicas y que mejoren sus rendimientos. Adicionalmente, se elaboran materiales didácticos conforme se avanza en las actividades, acoto el estudiante. (I)