Niños ocupan vacaciones en bibliotecas

Carrusel

La Sala de Lectura de la Casa de la Cultura Núcleo de Tungurahua se ha convertido en un refugio literario para niños que participan en dos o más cursos vacacionales y tienen tiempo libre entre talleres. 

Este espacio ofrece una oportunidad invaluable para que los pequeños se acerquen a los libros y descubran nuevas historias con curiosidad y entusiasmo.

Durante los cambios de horario de los talleres, la sala se llena de niños que buscan sumergirse en el mundo de la lectura. Además, muchos padres de familia llevan a sus hijos a este espacio para que se distraigan y disfruten del tiempo en familia rodeados de libros.

Santiago Analuisa, encargado de la Sala de Lectura, destacó el asombroso interés de los niños por los libros ilustrados. “La curiosidad de los niños es increíble, quedan encantados con los libros que son ilustrados”, comentó.

Juan Quispe, quien visitó la sala junto a su pareja y su hija, subrayó la importancia de que los niños tengan un constante acercamiento a los libros para fomentar su gusto por la lectura desde temprana edad. Además, Quispe se mostró gratamente sorprendido por la existencia de una sección específica dedicada a la cultura afroecuatoriana, incluyendo dialectos e historia, calificando de muy positiva esta iniciativa.

Analuisa mencionó que la sala cuenta con 300 libros infantiles y aproximadamente 100 obras de escritores afroecuatorianos, como parte del proyecto «Quilombo Lector». Este proyecto busca enriquecer el conocimiento y la apreciación de la diversidad cultural a través de la lectura.

La Sala de Lectura de la Casa de la Cultura Núcleo de Tungurahua se convirtió en un espacio donde la imaginación y el aprendizaje se encuentran. (I)

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