No más basura a “los gallinazos” / John Tello Jara
Parece que no entendemos la importancia de las quebradas en nuestro entorno, no sé si es la falta de cultura, comodidad, desconocimiento o la ignorancia de ciertas personas, pero el daño que ocasionamos a la naturaleza es “cuantioso” por malas prácticas ambientales.
La semana pasada visitamos la quebrada “los gallinazos” en el caserío Laquigo en la Parroquia Constantino Fernández y me cuesta mucho definir el escenario: basura por doquier, animales muertos, material de construcción, retazos de cuero y de tela, vísceras de animales y por supuesto roedores que deambulan por el lugar.
Me dijeron los lugareños que los “incivilizados” llegan de otras parroquias, aprovechan la obscuridad de la noche o la soledad de las madrugadas para dañar estos espacios y “lanzar” a la quebrada todo lo que ya no les es útil, incluso dejan a las mascotitas vivas y las abandonan cuando ya están enfermitas o se encuentran en avanzada edad.
Otras quebradas del sector como la ubicada en el Caserío Pondoa y la de Rumiguayco en el barrio Moraspamba, tienen menor grado de contaminación, debido a que se encuentran distantes del centro de la ciudad, pero el daño es evidente.
Las quebradas prestan su utilidad ya que allí van a beber animales silvestres, muchos de los cuales se reproducen en ese ambiente, permiten aumentar el caudal de los ríos, se hidratan los árboles los cuales nos proveen de frutos útiles para curar enfermedades.
Contrariamente a lo que piensan algunas personas, las quebradas no deben ser rellenadas, ya que en ciertos lugares han aprovechado de su espacio para convertirlos en lugares de recreación e incluso han realizado rutas ecológicas por lo vistoso de las flores y plantas nativas de esos lugares.
En Ambato ya no tendremos pretexto para arrojar desperdicios de las construcciones en las quebradas, ya que en abril contaremos con la escombrera de Guagrahuayco ubicado en Unamuncho, la cual tendrá un volumen de 500.000 m3 y se encuentra diseñada para recoger todo este material, contando con un colector de 2 metros de diámetro que llevará el agua lluvia al rio para seguir con el proceso natural de tratamiento. (O)
CONSULTOR EMPRESARIAL