Noboa, nuevo horizonte político
Daniel Noboa es el nuevo presidente electo y representa la nueva gran esperanza de los ecuatorianos, pero, esto no solamente depende de su triunfo sino que debe multiplicarse en los 17 millones de ecuatorianos y especialmente en la Asamblea Nacional para lograr una gran unión tantas veces pregonada, jamás concretada como consecuencia de la política visceral, de no reconocer errores, peor, el temple para rectificar, por la vanidad de sus partidos e intereses personales; esperemos que hoy, con la experiencia de la “muerte cruzada” de ahora en adelante sea totalmente diferente y se pueda lograr un gran acuerdo para que salga ganando el país.
Todos los ecuatorianos tenemos la esperanza de que Daniel Noboa va a realizar un buen gobierno. Y la clave señor presidente está en la designación de sus colaboradores, convocando a gente preparada, profesionales confiables que primero lo sepan escuchar y sepan escuchar a la gente. Colaboradores que trabajen y sepan aprovechar el tiempo y trabajen rápido, porque el tiempo es muy corto; todos sabemos que hay personajes que se suben a la camioneta sin tener los méritos y por figuretear, quieren colaborar en algún cargo por palanqueos o por amistades, cuando lo único que buscan es que pase el tiempo y cobrar a fin de mes y estos compadrazgos ya deben ser desterrados. Es complicado encontrar gente adecuada para ocupar cargos públicos, ecomendados hay un millón pero lo que el país necesita es trabajo con resultados y que no se duerman en los laureles.
El nuevo presidente tiene este nuevo desafío cada día que pasa es un día en contra. Usted señor Presidente tiene año y medio para gobernar y si hace las cosas bien podría llegar a una reelección, hoy es tiempo de exigencias y liderazgos, Dios quiera que el talento y capacidades de sus ministros al país lo lleven a desembarcar en buen puerto.
Misión difícil pero no imposible. Sólo se requiere de ideas claras un equipo experimentado, capaz y leal con acciones de efecto inmediato, como podrían ser las reformas constitucionales y legales mediante referendo que permitan limpiar los 280 partidos y grupos políticos que son en un 90% un lastre para la sociedad, la desaparición del Consejo de Partición Ciudadana, nombrar un Consejo de la Judicatura sensato, conocedor de su accionar, un Consejo Nacional Electoral, activo independiente confiable. Lograr una mayoría necesaria en la Asamblea para evitar trabas, pugnas e inestabilidades, esto sería lo más urgente dado el corto plazo que tiene el nuevo gobierno. (O)