¿Nos Merecemos Mejores Políticos? / Edison Narváez Z.
La polarización que vive el país quedó reflejada en el último proceso electoral, en donde las dos tendencias (SI- NO) rondaron el 50% de los votos. Esta polarización política se ha vuelto muy riesgosa, vinculada a la tozudez de una Asamblea Nacional que socava los fundamentos de la democracia y que ahonda el entrampamiento que vive un país que busca atraer inversión para rehabilitar una economía con reformas estructurales.
La visión de país hace rato quedó arrumada, aquí se pretende hacer lo que le gusta a un partido político, o lo que ordena el Mashi Rafael, o lo que a piedrazos quiere conseguir el pseudo líder indígena Iza. Mientras tanto el ciudadano común y corriente mira con zozobra la problemática, y hasta le invitan a alinearse a su pandilla, como si esto fuera a solucionar sus deudas, su desempleo y su inseguridad.
En dos años de gobierno de Lasso, se han ordenado las cuentas fiscales, y algunos indicadores macroeconómicos se muestran optimistas como las Reservas Internacionales (RI) que han logrado un récord histórico superando los $7.000 millones de usd, el PIB que experimentó un crecimiento del 3.2% respecto del año anterior; adicional la inflación se mantiene como la tasa más baja de Latinoamérica. Evidentemente esto no es suficiente, ni tampoco es la panacea, porque los ecuatorianos esperamos que mejore la Microeconomía principalmente la generación de empleo y la reducción de la pobreza. Pero mucho me temo que esto no va a mejorar mientras la Asamblea continúe legislando para las coyunturas políticas y sus componendas; mientras persistan los anuncios de movilizaciones (generando el caos) y mientras subsista la obsesión de tumbar al presidente como sea (juicio político, por incapacidad mental o utilizando la fuerza en las calles), mientras permanezca esta tendencia antagónica, el Riesgo País seguirá subiendo (1.800 puntos), ahuyentando la inversión y encareciendo el dinero.
Es evidente que este gobierno ha cometido errores, que tiene que corregirlos por su puesto, pero también es cierto su escaso capital político que no le ha permitido garantizar alianzas para gobernar como Dios manda, abriendo un diálogo nacional para reactivar la economía y generar empleo; robusteciendo el sector privado, generando la eficiencia de los servicios públicos y la eficacia del gasto corriente; así como el establecimiento de una simplificación regulatoria que permita el emprendimiento y la inversión.
La polarización política es un tumor canceroso que hace daño al país. En la antigua Roma los emperadores romanos ofrecían al pueblo Pan y Circo para mantenerlo alejado de la realidad política y económica. Esta Asamblea conformada por varios (muchos) honorables, que llenos de histeria ofrecen Circo y Odio, quieren tumbar al presidente no por sus errores, sino porque es incómodo para el narcotráfico y el populismo. Ciertamente el país merece mejores políticos, con conciencia social, con criterio propio y mente incorrupta que los aleje del odio y del dinero fácil.