Noticias falsas / Paul Viteri Albán
Las redes sociales, en la actualidad han dejado de ser un medio de comunicación, y más bien, con el paso del tiempo se han convertido en la mejor forma de establecer conexiones sociales, comerciales y profesionales. Esto, a pesar de que la mayor cantidad de noticias que encontramos en ellas, no sean verdaderas, además del hecho de que curiosamente las mencionadas noticias falsas, se propaguen mucho más rápido entre nosotros; y, por consiguiente alcancen a mucha más personas que las noticias verdaderas.
Pero no es el principal problema, en razón de que en la mayoría de casos, ni siquiera podemos distinguir una noticia falsa de una verdadera, debido a que muchas de ellas están perfectamente diseñadas para confundir, y de esta manera conseguir el objetivo de quien la difunde, convirtiéndose en una interesante herramienta para aprovecharse de las debilidades de nuestro cerebro.
Les pondré un ejemplo para solventar mis afirmaciones. Cuando estaban por celebrarse las elecciones de Estados Unidos de Norte América en el año 2016, por medio de Twitter se lanzó una publicación donde supuestamente la candidata presidencial Hillary Clinton y su jefe de campaña, tenían a un grupo de niños como esclavos sexuales, en un sótano de un restaurante en Washington, el famoso (pizzagate), algo que fue compartido por millones de personas; y, le causó una gran afectación a la mencionada candidata, que a pesar de posteriormente demostrar que era falso. “Dicho desmentido no tuvo el mismo impacto que la noticia falsa”.
De hecho, nuestra ciudad y provincia no han sido la excepción, y ahora que estamos arrancando un año electoral, empezamos a ver como mercenarios, incluso algunos disfrazados de comunicadores, llenan sus páginas de facebook, twitter, watsapp y Tik Tok, de alabanzas para sus financistas y ataques a los contrincantes de estos, claro con el único objetivo de influenciar en la opinión pública y así poder manipular a su antojo las elecciones democráticas.
Resulta increíble, que cuando una mentira se repita tantas veces, nos dé una falsa sensación de verdad, y que especialmente dichas noticias falsas manipulen nuestras emociones, sobre todo generando perspectivas o criterios negativos, produciendo reacciones emocionales en nosotros como el miedo, la indignación, el asco o la tristeza. Provocando que tomemos una actitud a la defensiva; y, que nos creamos todo lo que ellos quieran que creamos, como por ejemplo que existe el redentor casi hacedor de milagros; o, al contrario, el villano que lo único que busca es destruir a toda la humanidad.
En fin, ¿Cómo logramos controlar esto?… Pues siendo muy críticos, preguntandonos si la fuente es real o no, y sobre todo tratando de identificar al sapo tirado a lagarto que se beneficia con lo que se publica, sin olvidarnos de pensar antes de aplastar el botón compartir o reenviar. (O)